La tortuguita perseverante

En una tranquila laguna vivía una pequeña tortuga llamada Tita. Ella era muy lenta en comparación con sus amigos peces y ranas, lo cual a veces la hacía sentirse triste.

Un día, Tita decidió participar en una carrera con sus amigos. "¡Vamos, Tita, sabemos que puedes hacerlo!" le animaban sus amigos. A pesar de que Tita empezó la carrera con entusiasmo, pronto se vio rezagada.

Sin embargo, en lugar de rendirse, decidió seguir adelante, paso a paso, sin importar lo lento que fuera. Los demás animales pronto se adelantaron, pero Tita no se detuvo. Eventualmente, cruzó la línea de llegada mucho después que los demás, pero recibió un fuerte aplauso por su perseverancia.

A partir de ese día, Tita entendió que la perseverancia y el esfuerzo valen más que la velocidad. Decidió practicar todos los días, y con el tiempo, aunque seguía siendo lenta, logró mejorar su velocidad.

Sus amigos estaban asombrados y orgullosos de ella, y Tita se sentía realmente feliz y realizada.