La trampa de la amistad



Había una vez en la ciudad de Villa Cerdo, una pareja de cerditos muy peculiares llamados Juana y Pepe.

Estos dos amigos cerditos se destacaban por su estilo único: siempre vestían con ropa a rayas y usaban pesas de muchos colores para hacer ejercicio. Un día, mientras paseaban por las calles de la ciudad con sus gafas de sol, escucharon un aullido a lo lejos. Era el temible lobo Tini, su archienemigo.

El lobo Tini era conocido en toda la ciudad por ser astuto y malvado, siempre intentando atrapar a los cerditos para comérselos. Juana y Pepe sabían que debían estar alerta y cuidarse del lobo Tini.

Decidieron idear un plan para mantenerse seguros y proteger a los demás animales de la ciudad. Un día, mientras caminaban cerca del bosque, vieron al lobo Tini acechando detrás de unos arbustos. Juana dijo: "-¡Pepe, tenemos que actuar rápido antes de que el lobo nos atrape!".

Pepe asintió con determinación y propuso: "-¡Vamos a construir una trampa para atrapar al lobo Tini!". Así fue como los valientes cerditos se pusieron manos a la obra.

Utilizaron ramas, hojas y cuerdas para armar una trampa ingeniosa frente a la guarida del lobo Tini. Luego colocaron un señuelo hecho con zanahorias brillantes para llamar su atención. Al caer la noche, el lobo Tini salió hambriento de su guarida y vio las tentadoras zanahorias brillantes.

Sin sospechar nada, se acercó lentamente hacia ellas hasta quedar atrapado en la trampa que habían preparado Juana y Pepe. El lobo Tini intentó escapar pero era inútil. Fue entonces cuando Juana y Pepe salieron de su escondite triunfantes.

"-¡Has caído en tu propia trampa, lobo malvado!", exclamó Pepe con alegría. El lobo Tini se sintió avergonzado por haber sido vencido por dos pequeños cerditos tan inteligentes.

Prometió cambiar su actitud egoísta y aprender a convivir pacíficamente con los demás animales de Villa Cerdo. Desde ese día en adelante, el lobo Tini se convirtió en amigo de Juana y Pepe, ayudándolos a proteger la ciudad contra posibles peligros.

Juntos demostraron que la astucia y el trabajo en equipo son más poderosos que cualquier maldad. Y así termina esta historia inspiradora sobre cómo Juana y Pepe lograron vencer al malvado lobo Tini gracias a su valentía, creatividad y amistad inquebrantable.

FIN.

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