La Trampa del Jaguar



En lo profundo de la selva, donde los árboles eran tan altos que parecían tocar el cielo, vivían todos los animales. Cada uno tenía su propio hogar y su manera de vivir. Entre ellos, había un chapulín llamado Chapi, una araña tejedora llamada Lina, una rana saltarina llamada Rita, una serpiente astuta llamada Serpiente, un cacomixtle curioso llamado Caco, un cocodrilo noble llamado Coco y un jaguar valiente llamado Jaga.

Una mañana soleada, mientras exploraban un claro, el jaguar se encontró con una trampa que había sido armada por ciertos humanos que a menudo cazaban animales.

"¡Miren esto! ¿Qué es?" - dijo Jaga, olfateando el aire.

"Es una trampa, Jaga. ¡Ten cuidado!" - advirtió Lina, la araña, que se había acercado para ver.

Justo en ese momento, un fuerte ruido hizo que todos saltaran. La trampa había quedado abierta y un plomo había caído. La fatídica sorpresa fue que el trapecio había atrapado a Rita, la rana. La pobre estaba atrapada y no podía escapar.

"¡Ayuda! ¡Ayuda!" - gritó Rita angustiada.

"No te preocupes, Rita. ¡Vamos a ayudarte!" - dijo Caco, el cacomixtle.

Poco tiempo después, Serpiente se deslizó hacia la trampa y observó cuidadosamente.

"Si me meto, tal vez pueda lograr abrirla desde adentro" - murmuró.

Pero al intentar deslizarse, se dio cuenta de que era demasiado peligrosa. Así que tuvo otra idea.

"Chicos, creo que necesitamos un plan. Tenemos que forzar la trampa, ¿no creen?" - propuso.

Coco, el cocodrilo, que había estado escuchando, dijo:

"Yo puedo usar mi fuerza para intentar mover la trampa. Necesitamos que todos se junten y empujen al mismo tiempo."

"¡Es una gran idea!" - exclamó Chapi, el chapulín. "Necesitamos sincronizarnos. ¡Todos juntos!"

"Uno, dos y… ¡tres!" - gritaron todos al unísono.

Pero cuando empujaron, la trampa no se movió. Se sintieron frustrados. Entonces, Lina tuvo una idea brillante:

"Podemos tejer una cuerda con mis telarañas. Ataremos la trampa y luego la entraremos con todas nuestras fuerzas."

"¡Sí, eso podría funcionar!" - gritó Jaga, emocionado.

Así que Lina se puso a trabajar y en pocos minutos tejió una resistente cuerda.

"Está lista, ahora, ¡a tirar!" - ordenó Lina.

Después de varios intentos, la trampa finalmente se empezó a mover. Pero, ¡oh sorpresa! , el ruido atrajo a un grupo de humanos que se acercaba.

"¡Rápido, escondámonos!" - dijo Serpiente.

"No podemos dejarlos a Rita" - respondió Coco, preocupado.

"No se preocupen, tengo un plan," - dijo Jaga, mirando a todos. "Caco, tú y yo distraeremos a los humanos. Lina, tú y Chapi terminen de sacarla. La serpiente nos dirá cuando ellos se vayan".

Caco y Jaga se acercaron a los humanos, haciendo ruidos extraños y saltando entre los arbustos. Mientras tanto, Lina y Chapi trabajaron juntos para desatar a Rita.

"¡Vamos, Rita! ¡Ya casi estás libre!" - animó Chapi.

Respirando hondo, Rita, finalmente se liberó.

"¡Lo logramos! ¡Estás libre!" - exclamó Lina.

Cuando los humanos notaron el alboroto, decidieron seguir a Caco y Jaga. Mientras tanto, el resto de los animales empujaron con todas sus fuerzas y lograron abrir la trampa.

"¡Gracias, amigos!" - dijo Rita, saltando felizmente.

Finalmente, Caco y Jaga se unieron a sus amigos, dejando atrás a los humanos que se habían desinteresado al no encontrar nada.

"Se siente bien trabajar en equipo, ¿no?" - dijo Caco, contento.

"Sí, juntos somos más fuertes. Siempre debemos ayudarnos unos a otros." - respondió Jaga.

Desde ese día, no solo compartieron sus aventuras, sino que también aprendieron la importancia de estar unidos y ayudarse mutuamente, recordando siempre que la verdadera amistad se demuestra en los momentos difíciles.

FIN.

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