La transformación de Agustina


Había una vez una niña llamada Agustina, a quien le encantaba jugar en el parque con sus amigos y correr por ahí como si no hubiera un mañana.

Pero siempre que llegaba la hora de comer, se resistía a probar cualquier tipo de alimento. "No me gusta", decía ella mientras hacía pucheros. Su mamá intentaba hacerle comidas deliciosas y nutritivas, pero nada parecía funcionar.

Un día, su pediatra le recomendó unas pastillas especiales de alimento que contenían todas las vitaminas y minerales que Agustina necesitaba para crecer sana y fuerte. Al principio, Agustina no estaba muy convencida de tomar las pastillas. "¿Por qué tengo que tomar esto?", preguntó ella con desconfianza.

"Es importante para tu salud", respondió su mamá con cariño. Agustina finalmente cedió ante la insistencia de su mamá y comenzó a tomar las pastillas todos los días.

Al principio no notó ninguna diferencia, pero poco a poco empezó a sentirse más energizada y activa durante todo el día. Un día, cuando estaba jugando en el parque con sus amigos, Agustina notó algo extraño: podía correr más rápido y saltar más alto que nunca antes lo había hecho.

Sus amigos se sorprendieron al verla tan ágil e hicieron comentarios sobre cómo habían notado un cambio en ella desde hace algunos días. "¡Agus! ¡Qué rápida eres!", exclamaron sus amigos mientras corrían detrás de ella tratando de alcanzarla.

Agustina sonrió felizmente mientras continuaba corriendo sin esfuerzo alguno gracias a las pastillas de alimento que había estado tomando. Desde ese día, Agustina se convirtió en la más activa y saludable del grupo.

"¡Mamá, mamá! ¡Estoy feliz de haber tomado las pastillas!", exclamó Agustina cuando llegó a casa. Su mamá sonrió con ternura mientras le daba un abrazo. "Me alegra mucho escuchar eso, mi amor", respondió ella con orgullo.

A partir de entonces, Agustina nunca volvió a rechazar los alimentos nutritivos que su mamá le preparaba. Aprendió la importancia de cuidar su cuerpo y alimentarse bien para poder disfrutar al máximo de sus actividades favoritas.

Y así fue como Agustina dejó atrás sus hábitos poco saludables gracias a unas simples pastillas de alimento que la ayudaron a crecer fuerte y feliz.

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