La transformación de Estella



Había una vez en un bosque encantado, tres hermanas hadas: Laura, Luz y Estella. Laura y Luz eran hadas amables y trabajadoras que siempre estaban dispuestas a ayudar a los demás. Sin embargo, Estella era muy distinta.

Era egoísta, poco amigable y no le gustaba ayudar a su familia en nada. Un día, cansadas de la actitud de Estella, su madre y sus hermanas decidieron echarla de la cabaña donde vivían juntas.

Estella se sintió triste y sola al tener que abandonar su hogar, pero no quería admitir que se lo había buscado ella misma con su comportamiento. Mientras caminaba por el bosque sin rumbo fijo, Estella se encontró con otra hada llamada Marta.

Marta era amable y generosa, todo lo contrario a Estella. A pesar de la actitud fría de Estella, Marta decidió acercarse a ella y ofrecerle su ayuda. "Hola, soy Marta. Veo que estás triste.

¿Puedo ayudarte en algo?" -dijo Marta con una sonrisa cálida. Estella se sorprendió por la amabilidad de Marta, ya que nadie nunca antes le había ofrecido ayuda desinteresadamente. "No necesito tu ayuda" -respondió bruscamente Estella.

Pero Marta no se dio por vencida y siguió mostrándole pequeños gestos de bondad a lo largo del día. Le enseñó cómo cuidar las flores del bosque, cómo ayudar a los animales heridos y cómo compartir con los demás hadas.

Con el tiempo, Estella comenzó a darse cuenta del valor de las personas que amaba: su familia. Se arrepintió de haber sido tan egoísta y se propuso cambiar su actitud para poder regresar con ellas.

Finalmente, después de demostrarle a Marta que había aprendido la lección sobre el amor y la generosidad hacia los demás, Estella regresó a la cabaña donde fue recibida con los brazos abiertos por su madre y sus hermanas.

Desde ese día en adelante, Estella se convirtió en una hada diferente: más amable, solidaria y siempre dispuesta a ayudar a los demás. Aprendió que el verdadero valor está en el amor que damos a quienes nos rodean.

Y así vivieron felices para siempre en el bosque encantado, donde el amor y la generosidad reinaban entre todas las criaturas mágicas que habitaban allí.

FIN.

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