La transformación de la mujer fea
Había una vez en un pequeño pueblo una mujer llamada Mirta, que debido a su aspecto físico, era objeto de burlas y rechazo por parte de los demás.
Mirta era bondadosa y amable, pero su fealdad exterior provocaba que la gente se apartara de ella. Un día, mientras paseaba por el bosque, Mirta se encontró con una hada madrina que, conmovida por su situación, le concedió un deseo. Sin dudarlo, Mirta pidió ser bonita.
El hada le concedió su deseo, y de repente, Mirta se transformó en una mujer hermosa. A partir de ese momento, todos en el pueblo la admiraban y querían estar cerca de ella.
Sin embargo, Mirta no olvidó cómo se sentía ser rechazada y decidió utilizar su nueva apariencia para enseñarle a la gente la importancia de mirar más allá de las apariencias. Así, comenzó a ayudar a los demás y a promover la inclusión y el respeto.
Durante sus esfuerzos, conoció a un joven llamado Juan, quien la admiraba por su nobleza y bondad. Juntos, trabajaron para cambiar la mentalidad de la gente en el pueblo, mostrándoles que la verdadera belleza se encontraba en el corazón y en las acciones.
Con el tiempo, Mirta y Juan se enamoraron, demostrando que el amor verdadero va más allá de la apariencia física.
FIN.