La transformación de Lucky



En un colegio muy especial, había un perrito llamado Lucky que era la mascota de todos los niños.

Lucky era muy juguetón y cariñoso, pero tenía un problema: le gustaba pegar y morder a sus compañeros cuando se emocionaba demasiado. Un día, durante el recreo, Lucky estaba jugando con sus amigos cuando de repente se emocionó tanto que empezó a morder y pegar a todos a su alrededor.

Los niños se asustaron y empezaron a llorar, mientras los maestros trataban de calmar a Lucky. "¡Lucky, no debes lastimar a tus amigos! ¡Todos queremos jugar contigo sin salir lastimados!", le dijo la maestra con voz firme.

Lucky se detuvo y miró tristemente a sus amigos llorando en el suelo. Se sintió muy mal por lo que había hecho y decidió que debía cambiar su actitud para poder seguir siendo parte del colegio. Los días pasaron y Lucky trató de controlarse cada vez que se sentía emocionado.

Aprendió a jugar de manera más tranquila y respetuosa con sus compañeros. Pronto, los niños volvieron a confiar en él y lo aceptaron nuevamente en su grupo.

Una mañana, mientras todos estaban en clase, entró un ladrón al colegio con intenciones de robar. Los niños gritaban asustados mientras el ladrón avanzaba por los pasillos. De repente, Lucky salió corriendo hacia el ladrón y comenzó a ladrarle fuertemente.

El ladrón se sorprendió tanto que dejó caer todo lo robado y salió corriendo del colegio. Los niños celebraron la valentía de Lucky y lo abrazaron emocionados. Desde ese día, Lucky se convirtió en el héroe del colegio. Todos admiraban su valentía y lealtad hacia sus amigos.

Aprendieron que todos podemos cambiar si nos esforzamos por ser mejores personas cada día. Y así, Lucky demostró que incluso aquellos con problemas pueden superarlos si tienen la determinación suficiente para hacerlo.

Y vivieron felices para siempre en aquel colegio donde la amistad y la solidaridad eran más importantes que cualquier otra cosa.

FIN.

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