La travesía de chocolate


Había una vez un país llamado —"Bombonia" , donde todo era dulce y colorido. Los árboles daban caramelos, los ríos eran de chocolate y las casas estaban hechas de galletas.

En este lugar vivían dos amigos inseparables: Tito, un osito de peluche rosa, y Lila, una conejita blanca. Un día, mientras paseaban por el bosque de algodón de azúcar, se encontraron con un grupo de hormiguitas tristes que lloraban desconsoladas.

- ¿Qué les pasa amiguitas? - preguntó Lila preocupada. - Nuestra reina ha sido secuestrada por la malvada bruja del caramelo - dijo la hormiga más grande entre sollozos. Tito y Lila decidieron ayudar a las hormiguitas a rescatar a su reina.

Así que emprendieron un viaje hacia el castillo donde estaba encerrada la reina. Pero para llegar allí debían cruzar el río de chocolate oscuro. - ¡No podemos cruzarlo! - exclamó Tito temeroso.

- Claro que podemos, solo debemos usar nuestra imaginación - respondió Lila con determinación. Así fue como construyeron un barco con galletitas y remos con palitos de helado para cruzar el río sin problemas. Finalmente llegaron al castillo donde se encontraba la malvada bruja del caramelo.

La bruja había preparado una habitación llena de bombones tentadores para atraparlos pero nuestros amigos no cayeron en su trampa gracias a su astucia e ingenio. Lograron liberar a la reina y juntos regresaron al hogar de las hormiguitas.

Las hormiguitas estaban muy agradecidas y les ofrecieron un banquete con los mejores dulces del país. Tito y Lila aprendieron que, aunque el camino puede ser difícil, siempre hay una manera de superar los obstáculos si se usa la imaginación y se trabaja en equipo.

Además, descubrieron que ayudar a otros es una gran satisfacción en sí misma. Desde ese día en adelante, Tito y Lila se convirtieron en héroes para todos los habitantes de Bombonia.

Y cada vez que alguien necesitaba ayuda, ellos estaban ahí para tenderles la mano.

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