La travesía de Gloria



Había una vez una mujer llamada Gloria que soñaba con viajar por todo Latinoamérica en su camioneta. Un día, decidió que era el momento de hacer realidad su sueño y comenzó a planear su gran aventura.

Gloria preparó todo lo necesario para su viaje, desde la comida hasta las herramientas para reparar su camioneta en caso de cualquier imprevisto. Luego, se subió a su vehículo y emprendió rumbo hacia el sur.

Durante los primeros días del viaje, Gloria recorrió Argentina y Brasil. Quedó fascinada con la belleza natural de ambos países y la amabilidad de sus habitantes. En cada lugar que visitaba, Gloria hacía nuevos amigos y aprendía cosas nuevas.

Un día, mientras conducía por Perú, Gloria se encontró con un grupo de niños jugando fútbol en la calle. Decidió detenerse para verlos jugar y pronto se unió al partido.

Los niños quedaron impresionados al ver a una mujer mayor jugando tan bien como ellos. "¡Eres muy buena jugando!", exclamó uno de los niños. —"Gracias" , respondió Gloria sonriendo. "Me encanta jugar al fútbol".

Después del partido, los niños le preguntaron a Gloria sobre su viaje y ella les contó todas las aventuras que había vivido hasta ese momento. Los niños quedaron maravillados e incluso le pidieron que les enseñara algunas palabras en español argentino. Gloria continuó su viaje hacia el norte, pasando por Ecuador, Colombia y Panamá.

En cada país que visitaba, aprendía algo nuevo sobre la cultura local y disfrutaba de la comida típica. Un día, mientras conducía por las montañas de Costa Rica, Gloria se encontró con un río que bloqueaba su camino.

No había ningún puente cercano y no sabía cómo cruzar el río. "¿Qué voy a hacer ahora?", pensó Gloria preocupada. De repente, escuchó una voz que le decía: "No te preocupes, encontrarás una solución".

Era su propia voz interior que le recordaba lo fuerte y valiente que era. Gloria buscó en su camioneta algunas herramientas y construyó un pequeño puente improvisado para poder cruzar el río. Fue un trabajo duro y tardó varias horas, pero finalmente logró superar la dificultad.

Mientras continuaba su viaje por Centroamérica, Gloria se dio cuenta de que estaba creciendo como persona. Había aprendido a ser más valiente y confiada en sí misma ante los desafíos del camino.

Finalmente, después de 441 días recorriendo Latinoamérica en su camioneta, Gloria llegó a Belice. Se sentía feliz y satisfecha por haber cumplido su sueño de viajar por todo el continente.

Había conocido gente maravillosa, aprendido cosas nuevas sobre diferentes culturas y descubierto lo fuerte que podía ser ante cualquier obstáculo. "¡Gracias Latinoamérica! ¡Nunca olvidaré este viaje!", exclamó Gloria antes de regresar a casa con muchas historias emocionantes para contarle a sus amigos y familiares.

FIN.

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