La travesura de Valentina



En una escuela en el corazón de Buenos Aires, la profesora Ana tenía en su clase a Valentina, una niña traviesa que siempre estaba metiéndose en problemas.

Valentina no paraba de hablar durante la clase, interrumpía a sus compañeros y, en ocasiones, incluso hacía travesuras como esconder los lapiceros de sus compañeros. Pero la profesora Ana nunca perdió la paciencia y siempre buscaba una manera ingeniosa de enseñarle a Valentina sobre la importancia de comportarse bien en clase.

Un día, la profesora Ana tuvo una brillante idea. Organizó un concurso de dibujo en el que los niños debían representar cómo se sentían cuando alguien les interrumpía mientras hablaban.

Todos los niños participaron con entusiasmo, excepto Valentina, quien, como de costumbre, estaba hablando en voz alta y distrayendo a sus compañeros.

La profesora Ana se acercó a ella y le dijo con cariño: -Valentina, entiendo que a veces es difícil contenerse, pero es importante aprender a escuchar a los demás, así como nos gustaría que nos escucharan a nosotros. ¿Por qué no intentas dibujar cómo te sientes cuando no te dejan hablar? Valentina asintió con renuencia.

Cuando comenzó a dibujar, se dio cuenta de que, en realidad, se sentía muy frustrada cuando no podía expresarse. Terminó su dibujo con una carita triste y la profesora Ana se acercó a ella para verlo.

-¡Es muy bueno, Valentina! Ahora, ¿cómo te sentirías si tus compañeros te interrumpieran mientras hablas? Valentina reflexionó y dijo: -Me sentiría mal y no me gustaría. La profesora Ana aprovechó la oportunidad para explicarle la importancia de respetar a los demás y escuchar atentamente. A partir de ese día, Valentina comenzó a esforzarse por comportarse mejor en clase.

A medida que fue practicando la escucha y el respeto, se dio cuenta de que también se sentía más escuchada y comprendida. La profesora Ana elogió el progreso de Valentina frente a toda la clase, lo que la llenó de orgullo.

A partir de entonces, Valentina se convirtió en una niña más atenta y comprensiva, ganándose el cariño de sus compañeros y el reconocimiento de su maestra.

FIN.

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