La travesura del gato callejero



Había una vez en un barrio muy especial, donde vivía una niña llamada Rosita. Todos la conocían como —"Caperucita"  por su capa roja que nunca se quitaba.

Rosita era valiente, curiosa y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Un día, la mamá de Rosita le pidió que llevara una canasta con comida a su abuelita, que vivía al otro lado del barrio.

A pesar de que su mamá le advirtió que no se detuviera en el camino, Rosita decidió hacerlo para ayudar a sus vecinos. Mientras caminaba por las coloridas calles del barrio, se encontró con el Sr. Lobo, un vecino algo gruñón pero inofensivo.

- ¡Hola Caperucita! ¿A dónde vas tan apurada? - preguntó el Sr. Lobo con una sonrisa. - Voy a llevarle comida a mi abuelita, vive al final de la calle Amarilla - respondió Rosita. El Sr.

Lobo pensó en jugarle una broma y le dijo:- ¡Qué casualidad! Yo también voy hacia allí, podríamos ir juntos y así te cuento historias del bosque. Rosita aceptó encantada y juntos emprendieron el camino hacia la casa de la abuelita. Mientras caminaban, el Sr.

Lobo le contaba cuentos fantásticos sobre animales y aventuras increíbles. Pero lo que ninguno sabía era que el travieso gato callejero había escuchado todo y decidió seguirlos sigilosamente hasta llegar a la casa de la abuelita.

Al llegar allí, tocaron la puerta y para sorpresa de todos, quien les abrió fue el gato callejero disfrazado. - ¡Miau! Soy el lobo feroz y vengo a comerme a todos - maullaba mientras intentaba asustarlos.

Rosita no se dejó engañar por aquel gato tramposo y con valentía le dijo:- No eres más que un gatito disfrazado tratando de asustarnos. ¡Fuera de aquí! El gato callejero salió corriendo asustado al ser descubierto y nunca más volvió a causar problemas en el barrio.

Desde ese día, Rosita aprendió que no todo es lo que parece y que hay personas (y gatos) dispuestos a engañarte en el camino; pero si confías en ti misma y mantienes tu valentía intacta, siempre encontrarás una solución para cualquier problema.

Y así fue como Caperucita Roja demostró ser la heroína del barrio gracias a su ingenio y coraje para enfrentar los desafíos del día a día. Fin

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!