La unión hace la recreación
En una escuela en el centro de Buenos Aires, los chicos y chicas de quinto grado estaban cansados. Cansados de tener tantas tareas para hacer en casa y tan poco tiempo para jugar y divertirse.
Un día, después de la clase de matemáticas, se reunieron en el patio para hablar sobre lo que podían hacer al respecto. "¡Esto es ridículo! ¡No podemos seguir así!" exclamó Ana. "Tienes razón", dijo Tomás.
"Necesitamos más recreos y menos tarea". "¿Pero cómo hacemos que los maestros nos escuchen?" preguntó Sofía. Los chicos pensaron durante un buen rato hasta que a alguien se le ocurrió una idea brillante.
"¡Vamos a escribir cartas a la directora!" gritó Juan emocionado. Todos asintieron con entusiasmo mientras comenzaban a planear cómo iban a redactar las cartas. Querían asegurarse de ser respetuosos pero firmes en su petición por más tiempo libre. Después de varios días, las cartas estuvieron listas.
Cada uno había escrito su propia versión, pero todas tenían un mensaje claro: necesitábamos más recreos y menos tarea para poder disfrutar nuestra infancia como se debe.
Un día, la directora anunció que quería reunirse con todos los estudiantes en el auditorio. Los chicos estaban nerviosos pero emocionados por ver si sus cartas habían funcionado o no.
La directora tomó el micrófono y les habló sobre la importancia del aprendizaje y cómo ellos eran los futuros líderes del país. Pero entonces algo sorprendente sucedió. La directora les dijo que había leído todas las cartas y que estaba de acuerdo con ellos. "¡A partir de ahora, tendrán un recreo más cada día!" anunció la directora.
Los chicos saltaron de alegría y se abrazaron emocionados. Habían logrado su objetivo gracias a su valentía y perseverancia.
Pero lo mejor de todo fue ver cómo los maestros comenzaron a tomar en cuenta sus necesidades, dándoles menos tarea para hacer en casa. Desde ese día en adelante, los chicos y chicas disfrutaron más tiempo libre sin tener que preocuparse por no cumplir con sus responsabilidades escolares.
Aprendieron una gran lección sobre el poder de trabajar juntos para lograr un cambio positivo y cómo nunca es tarde para alzar la voz cuando algo no está bien.
FIN.