La vaca Lola baila y cuenta



Era un soleado día en la granja del abuelo Pedro. La vaca Lola, una vaca alegre de manchas negras y blancas, decidió que era un gran momento para bailar. "¡Vamos a bailar!"- dijo Lola saltando de gusto.

Al escucharla, los animalitos de la granja se acercaron curiosos. "¿Qué haces, Lola?"- preguntó el patito Pablo, que era muy juguetón. "Voy a contar mientras bailo. Así todos aprenderemos juntos"- respondió con una sonrisa.

Lola empezó a mover su gran cuerpo de un lado a otro y dijo: "Empecemos con uno"-.

1: Lola saltó y todos gritaron: "¡Uno!"-.

"Muy bien, ahora vamos por dos"- continuó. Lola levantó una pata y luego otra.

2: Todos los animales contaron juntos: "¡Dos!"-.

"Ahora, ¡tres!"- exclamó Lola mientras giraba.

3: "¡Tres!"- aclamaron los animales, animándose cada vez más.

Lola siguió bailando y contando:

"¡Cuatro!"- y así levantó una pata y balanceó su cola.

4: "¡Cuatro!"- repitieron los amigos.

"¡Y cinco!"- grito Lola, haciendo una vuelta entera.

5: Todos aplaudieron diciendo: "¡Cinco!"-

Pero justo cuando iban a contar hasta seis, apareció el gallo Ramón, que era muy escandaloso. "¡Yo también quiero bailar!"- dijo, pero comenzó a hacer tanto ruido que todos se asustaron y se detuvieron.

"¡Ramón, no grites!"- le pidió Lola. "Podés bailar, pero sin hacer tanto lío. Vamos a hacer una coreografía juntos"-.

Ramón, aunque algo triste, siguió el consejo de Lola. Entonces todos juntos comenzaron a contar y mover sus patas al mismo tiempo. Los animalitos bailaban en círculo, contando hasta seis, siete y ocho.

6: "¡Seis!"- gritó el patito.

7: "¡Siete!"- dijo la oveja Clara danzando suavemente.

8: "¡Ocho!"- saltó el cerdito Max, muy feliz.

Entre todos se reían y disfrutaban de la música mientras aprendían a contar. Finalmente, Lola se detuvo y dijo: "Aprendimos juntos a contar y a bailar, eso es más divertido y especial. ¡Demos las gracias por ser un gran equipo!"-

Así, todos los animales de la granja aprendieron que trabajar juntos es siempre mejor que hacerlo solos y que, a veces, hay que bajar un poco el volumen para que todos puedan disfrutar. Desde ese día, la granja se llenó de risas y bailes, donde todos contaban y se divertían a la vez.

Moraleja: Juntos es más divertido y aprender en equipo siempre es mejor.

FIN.

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