La valentía de Carlos y Manzana



Había una vez una banana llamada Carlos que vivía en un cesto junto a otras frutas y verduras en la cocina de la casa.

Carlos era muy amigable y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás, pero tenía un gran miedo: ir a la verdulería a comprar tomates. Un día, su amiga Manzana le preguntó por qué tenía tanto miedo de ir a la verdulería.

"Es que ahí hay muchos desconocidos y no sé cómo reaccionar", respondió Carlos con tristeza. Manzana entendió lo difícil que era para Carlos enfrentarse a sus miedos, así que decidió ayudarlo.

Juntos idearon un plan para hacer frente al temor de Carlos y lograr que fuera capaz de hacer las compras sin sentirse asustado. El primer paso fue practicar en casa. Manzana simulaba ser el vendedor de la verdulería mientras Carlos se preparaba mentalmente para enfrentar su miedo.

Poco a poco, Carlos fue ganando confianza, hasta que llegó el momento de poner en práctica lo aprendido. Un día soleado, cuando el cesto estaba vacío y todos los habitantes habían sido llevados a la verdulería para ser vendidos, llegó el turno de Carlos.

A pesar del nerviosismo inicial, recordó todo lo que había practicado con Manzana y se armó de valor para entrar al establecimiento. Al principio no fue fácil: había mucha gente hablando ruidosamente y algunas frutas parecían burlarse por su apariencia tan diferente.

Pero entonces recordó algo importante: él también era parte del grupo aunque tuviera otra forma. Así es como comenzó a hablar con los demás productos, contándoles sus temores y recibiendo palabras de aliento a cambio. Con cada conversación, su confianza aumentaba.

Y cuando llegó el momento de comprar los tomates, se sintió tan seguro que incluso se animó a preguntar cuál era la mejor opción para su receta favorita.

Al salir de la verdulería con su bolsa llena de tomates frescos, Carlos se dio cuenta de que había logrado superar uno de sus mayores miedos gracias al apoyo y la ayuda de sus amigos.

Desde ese día en adelante, Carlos se convirtió en un ejemplo para todos los productos del cesto: nunca es tarde para enfrentar nuestros miedos y aprender a ser valientes.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!