La valentía de Hikari
Había una vez un valiente ninja llamado Hikari, cuyo corazón estaba lleno de coraje y determinación. Un día, mientras entrenaba en las montañas de Japón, descubrió un misterioso portal que lo transportó a un bosque encantado.
Al llegar al bosque, Hikari se encontró con criaturas mágicas y seres fantásticos que nunca antes había visto.
Estaba sorprendido por la belleza y la magia que lo rodeaban, pero también sabía que debía estar alerta y listo para cualquier desafío que pudiera presentarse. Caminando entre los árboles centenarios y las cascadas cristalinas, Hikari escuchó risas lejanas y decidió seguir el sonido. Pronto llegó a un claro donde se encontraba una hada jugando con duendes traviesos.
"¡Hola, valiente ninja! ¿Qué te trae a nuestro bosque encantado?", preguntó el hada con una sonrisa brillante. Hikari se inclinó respetuosamente y respondió: "He llegado por accidente a este lugar maravilloso.
¿Cómo puedo regresar a mi hogar?"El hada le explicó que para volver a casa, debía superar tres pruebas que pondrían a prueba su valentía, su astucia y su nobleza. Sin dudarlo, Hikari aceptó el desafío y se preparó para enfrentar lo desconocido.
La primera prueba consistía en cruzar un puente custodiado por un feroz dragón de fuego. Con agilidad y rapidez, Hikari logró esquivar las llamas del dragón y alcanzar el otro lado del puente ileso. La segunda prueba era resolver un acertijo planteado por una antigua tortuga sabia.
Con paciencia y concentración, el ninja logró descifrar el enigma y ganarse la admiración de la tortuga milenaria. Finalmente, la tercera prueba requería que Hikari demostrara su nobleza ayudando a una familia de unicornios heridos por cazadores furtivos.
Con ternura y compasión, el ninja curó las heridas de los unicornios y los guió hacia un lugar seguro donde podrían vivir en paz.
Al completar las tres pruebas con éxito, el hada le concedió a Hikari el poder de regresar a su mundo a través del mismo portal por el cual había llegado al bosque encantado. Antes de partir, todas las criaturas mágicas se reunieron para despedirlo con gratitud y alegría.
De vuelta en su tierra natal, Hikari recordaría siempre la lección aprendida en aquel bosque encantado: que la verdadera valentía no solo reside en la fuerza física o habilidades marciales, sino también en la bondad del corazón y la voluntad de ayudar a los demás.
Y así siguió practicando sus artes ninjas no solo para protegerse a sí mismo sino también para proteger a quienes lo necesitaran. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda ¡Sé siempre valiente como Hikari!
FIN.