La valentía de la pequeña unicornio
La pequeña unicornio, llamada Rosita, estaba emocionada porque se acercaba la gran presentación de baile en el Bosque Encantado. Pero conforme se acercaba la fecha, Rosita comenzó a sentir nervios en su pancita. Pensaba en cosas que la asustaban, como olvidarse de sus pasos de baile o tropezarse frente a todos. Cada vez que pensaba en la presentación, su pancita le dolía, le costaba respirar y le daban muchas ganas de llorar. Apenas podía dormir por las noches pensando en lo que sucedería.
Un día, su amiga Estrellita la encontró en su escondite secreto y le preguntó: "¿Qué te sucede, Rosita? Te veo muy nerviosa". Rosita bajó la mirada y le explicó a Estrellita cómo se sentía. "Me siento tan nerviosa que no sé si podré hacer la presentación. Me duele la pancita y siento que me faltará el aire", le confesó, con ojitos llenos de lágrimas. Estrellita la escuchó con atención y le dijo: "A veces, enfrentar cosas nuevas puede dar miedo, pero sé que eres valiente y tienes un hermoso baile preparado. Tienes todo lo que se necesita para superar tus nervios". Rosita asintió, agradecida por las palabras reconfortantes de su amiga.
Los días pasaron y la presentación se acercaba cada vez más. Rosita seguía sintiéndose nerviosa, pero recordaba las palabras de Estrellita. Finalmente, llegó el día de la presentación. Mientras todas las criaturas del bosque se reunían alrededor del escenario, Rosita sentía cómo los nervios la invadían. Pero entonces recordó todo el esfuerzo que había puesto en practicar su baile, y cómo sus amigos la habían apoyado. Respiró hondo y decidió enfrentar sus miedos.
Cuando llegó su turno, Rosita caminó hacia el escenario con paso firme. Apenas comenzó la música, todos los nervios desaparecieron. La música la envolvió y empezó a bailar con gracia, mostrando todos sus movimientos con una sonrisa en su rostro. Cada paso que daba la hacía sentir más segura. Al terminar el baile, el bosque entero estalló en aplausos y ovaciones. Rosita sintió una gran emoción al darse cuenta de que había superado sus miedos y logrado brillar en el escenario. Su pancita ya no le dolía, y su respiración era tranquila. Estrellita se acercó a ella entre la multitud y le dijo con una sonrisa: "¡Lo hiciste increíble! Eres una unicornio valiente y talentosa".
Desde ese día, Rosita supo que, aunque los nervios a veces la invadieran, siempre encontraría la valentía dentro de sí misma para superarlos. Y cada vez que recordaba su presentación, su corazón se llenaba de alegría y satisfacción. Nunca más se dejó vencer por el miedo, demostrando que con determinación y el apoyo de sus seres queridos, podía alcanzar cualquier cosa que se propusiera.
FIN.