La valentía de Lara



Lara era una niña muy valiente y curiosa. Siempre le gustaba explorar lugares nuevos y conocer a personas diferentes.

Por eso, cuando llegó al jardín de infantes en su primer día de clases, estaba emocionada pero un poco nerviosa. Al entrar al salón, vio a otros niños jugando y riendo. Se acercó tímidamente a la maestra que la recibió con una gran sonrisa. -¡Hola Lara! Soy la señorita Ana, ¿cómo estás? -dijo la maestra amablemente.

-H-hola señorita Ana, estoy un poco nerviosa -respondió Lara con voz temblorosa. -No te preocupes, Lara. Aquí vas a conocer a muchos amiguitos y nos divertiremos juntos -dijo la maestra tranquilizándola.

Lara se animó un poco más al escuchar las palabras de la señorita Ana y decidió unirse a los demás niños en el juego. Pronto, estaba correteando por el patio, riendo y haciendo nuevos amigos.

Durante el día, Lara participó en todas las actividades del jardín: pintó dibujos coloridos, escuchó cuentos fantásticos, cantó canciones alegres y hasta plantó una semillita en el huerto del jardín. Al finalizar su primer día de clases, Lara se dio cuenta de que no tenía motivos para estar nerviosa.

Había descubierto un lugar lleno de diversión, aprendizaje y amor. Estaba ansiosa por volver al jardín al día siguiente para seguir explorando este nuevo mundo que se abría ante ella.

Los días pasaron rápidamente y Lara se convirtió en una niña segura de sí misma, creativa e inteligente. Siempre recordaría aquel primer día en el jardín como el comienzo de grandes aventuras y amistades inolvidables.

Y así fue como Lara descubrió que cada nuevo inicio trae consigo oportunidades maravillosas para crecer y aprender. Y que con valentía y actitud positiva, cualquier desafío puede convertirse en una hermosa experiencia llena de magia y alegría.

FIN.

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