La valentía de las hermanas

Había una vez en un pequeño pueblo, dos hermanas llamadas Emma y Pilar. Eran inseparables y compartían todo juntas, desde sus juguetes hasta sus secretos más profundos.

Sin embargo, tenían un gran temor que las atormentaba todas las noches: el miedo a dormir solas en sus habitaciones.

Cada noche, cuando llegaba la hora de ir a la cama, Emma y Pilar se aferraban a sus padres con lágrimas en los ojos, rogando que los dejaran quedarse con ellos toda la noche. Sus padres entendían su miedo y los consolaban, pero sabían que debían ayudar a sus hijas a superar ese temor por sí mismas.

Una noche, después de leerles un cuento antes de dormir, los padres de Emma y Pilar les dijeron con voz serena: "Hoy es el momento de enfrentar su miedo juntas. Estaremos cerca si nos necesitan, pero confiamos en que son lo suficientemente valientes para dormir solas".

Emma y Pilar se miraron nerviosas, pero sintieron un impulso de valentía al mismo tiempo. Se abrazaron fuertemente entre ellas y asintieron con determinación. Subieron juntas las escaleras hacia sus habitaciones, donde cada una tenía su propia cama decorada con colchas coloridas.

Al entrar en sus habitaciones, Emma y Pilar encendieron las luces y se sentaron en el borde de la cama una al lado de la otra. Se dieron ánimos mutuamente diciendo: "-Podemos hacerlo juntas". Y así apagaron las luces lentamente.

Los minutos pasaban y el silencio reinaba en las habitaciones. De repente, escucharon un ruido proveniente del armario de Emma. Ambas se miraron con ojos asustados e imaginaron mil cosas horribles que podían estar ocultas allí dentro.

Sin embargo, decidieron enfrentar su miedo juntas. Se levantaron valientemente de la cama y caminaron hacia el armario lentamente. Con manos temblorosas abrieron la puerta...

¡y encontraron a su gato jugueteando con una bola! Se miraron sorprendidas al principio, pero luego soltaron carcajadas al ver lo tontas que habían sido al asustarse tanto por algo tan inofensivo como su travieso gato.

Desde esa noche en adelante, Emma y Pilar descubrieron que eran mucho más valientes de lo que pensaban. Aprendieron que podían enfrentar cualquier miedo siempre que estuvieran juntas para apoyarse mutuamente. Y así fue como Emma y Pilar dejaron atrás su miedo a dormir solas en sus habitaciones.

Cada noche se acostaban felices sabiendo que tenían el valor necesario para enfrentar cualquier cosa siempre que estuvieran juntas como verdaderas hermanas inseparables.