La valentía de Lila



Había una vez en un hermoso bosque encantado, donde los árboles bailaban al compás del viento y los animalitos jugaban felices bajo el cálido sol de primavera.

En ese mágico lugar vivía Lila, una pequeña mariposa de colores brillantes que siempre estaba dispuesta a ayudar a quien lo necesitara. Una mañana en primavera, mientras revoloteaba entre las flores buscando néctar para alimentarse, escuchó un llanto proveniente de un rincón del bosque.

Intrigada, se acercó volando y descubrió a Mateo, un conejito muy triste que tenía una pata lastimada. "¿Qué te sucede, amiguito?", preguntó Lila con voz dulce.

Mateo levantó la mirada y entre sollozos le contó que se había caído mientras jugaba y ahora no podía regresar a su madriguera por su pata herida. "No te preocupes, yo te ayudaré", dijo decidida Lila. Con cuidado, la mariposa se posó sobre la espalda de Mateo y juntos emprendieron camino hacia la madriguera.

Por el camino encontraron varios obstáculos: un arroyo que debían cruzar, una colina empinada por escalar y un tramo de tierra resbaladiza. Pero gracias a la valentía de Lila y la determinación de Mateo lograron superar cada desafío trabajando en equipo.

Al llegar a la madriguera, los amigos fueron recibidos con alegría por la familia de Mateo. La mamá coneja les agradeció emocionada por haber cuidado de su hijo e invitó a Lila a quedarse a cenar como muestra de gratitud.

Durante la cena, todos compartieron historias y risas alrededor de la mesa. Lila se sintió feliz de haber podido ayudar a su nuevo amigo y descubrió lo importante que es estar ahí para los demás en momentos difíciles.

Al despedirse esa noche, Mateo le regaló una flor silvestre como símbolo de amistad eterna.

Con lágrimas en los ojos pero con el corazón rebosante de felicidad, Lila comprendió que incluso en medio de las adversidades siempre hay espacio para sembrar amor y solidaridad. Desde entonces, cada vez que Una mañana en primavera llegaba al bosque encantado recordaba con cariño aquella aventura junto a Mateo y renovaba su compromiso de seguir siendo luz y ayuda para quienes más lo necesitaran.

Y es así como esta historia nos enseña que juntos podemos superar cualquier obstáculo si tenemos valentía, determinación y sobre todo ¡un buen amigo como compañero!

FIN.

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