La valentía de Lol-bé

En un pequeño pueblo de Yucatán, vivía una niña llamada Lol-bé, quien era conocida por su valentía y bondad.

Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, vio a un niño llamado Juanito siendo molestado por otros niños debido a su color de piel. - ¡Ja ja ja! Miren al negrito Juanito, parece un chocolate derretido - se burlaban los niños. Lol-bé sintió mucha tristeza al ver la situación y decidió intervenir.

Se acercó a los niños que estaban molestando a Juanito y les dijo con firmeza:- ¡Basta ya! ¿Acaso no saben que está muy mal burlarse de alguien por su color de piel? Todos somos iguales y merecemos respeto.

Los niños se quedaron sorprendidos por las palabras de Lol-bé, quien continuó hablando con determinación:- Juanito es mi amigo y no permitiré que lo sigan lastimando. Deben aprender a ser amables y respetuosos con todos.

Los niños se sintieron avergonzados por su comportamiento y asintieron en silencio. Desde ese momento, cambiaron su actitud hacia Juanito y comenzaron a tratarlo con amabilidad. Lol-bé pasó tiempo junto a Juanito, jugando y conversando sobre muchas cosas.

Descubrieron que tenían mucho en común y forjaron una hermosa amistad basada en el respeto mutuo. Un día, durante el recreo en la escuela, un grupo de niños nuevos comenzó a burlarse de uno de los compañeros por tener lentes.

Lol-bé recordó lo ocurrido con Juanito y decidió actuar nuevamente. - Escuchen todos - anunció Lol-bé en voz alta -, no podemos discriminar a alguien por cómo es o cómo luce. Todos somos únicos y especiales a nuestra manera. Debemos tratarnos con respeto y empatía siempre.

Las palabras de Lol-bé resonaron en el patio escolar e hicieron reflexionar a los demás niños. Poco a poco, logró crear conciencia sobre la importancia del respeto hacia la diversidad entre sus compañeros.

Desde ese día, Lol-bé se convirtió en una defensora activa de la igualdad y el respeto en su comunidad.

Gracias a su valentía y determinación, logró cambiar la mentalidad de muchos niños y fomentar un ambiente más inclusivo donde cada persona era valorada por quienes eran realmente. Y así, Lol-bé demostró que incluso la más pequeña puede hacer una gran diferencia cuando se trata de defender aquello en lo que cree: la igualdad para todos sin importar nuestras diferencias externas.