La valentía de Lola


Había una vez en un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad, una niña llamada Lola.

Ella era conocida por todos en el lugar por siempre llevar puesta una capa roja brillante que le regaló su abuela cuando era muy pequeña. Lola adoraba esa capa y no se separaba de ella nunca. Un día soleado, Lola decidió dar un paseo por el bosque con su mamá.

Juntas caminaban entre los árboles altos y frondosos, escuchando el canto de los pájaros y sintiendo la suave brisa en sus rostros. De repente, al doblar un camino, se encontraron con un lobo feroz que las observaba con ojos hambrientos.

"¡Mamá, mamá! ¡Mira ese lobo tan grande!", exclamó Lola asustada. La mamá de Lola la abrazó con fuerza y le dijo: "Tranquila hija, debemos mantener la calma. Vamos a pensar juntas cómo salir de esta situación". El lobo se acercaba lentamente mientras mostraba sus afilados dientes.

Pero antes de que pudiera hacer algo, la mamá de Lola tuvo una idea brillante. "Lola, ¿recuerdas lo fuerte que eres cuando te pones tu capa roja?", preguntó la mamá.

Lola asintió con determinación y se colocó su capa roja favorita. De repente, algo mágico sucedió: la capa comenzó a brillar intensamente y envolvió a Lola en un resplandor cálido y protector. El lobo retrocedió sorprendido ante aquella luz poderosa y decidió huir asustado.

La mamá de Lola sonrió orgullosa y le dijo: "¡Esa es mi valiente niña! Siempre recuerda que tienes dentro de ti la fuerza para enfrentar tus miedos".

Desde ese día, Lola entendió que llevar puesta su capa roja no solo significaba estar a la moda o sentirse cómoda, sino también recordar el valor y la valentía que habitaban en su interior. Juntas siguieron explorando el bosque, sabiendo que cualquier desafío que enfrentaran lo harían juntas y con coraje.

Y así concluyó esta aventura inolvidable para Una niña con capa roja junto a su mamá.

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