La valentía de Lola



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Lola. Lola era muy valiente y curiosa, pero cuando llegó el momento de empezar en una escuela nueva, sintió un gran miedo en su corazón.

El primer día de clases, Lola caminaba lentamente hacia la entrada del colegio. Miraba a su alrededor con ojos asustados, viendo a todos los niños correr y reír juntos. Se sentía sola y nerviosa.

"¡Qué diferente es todo aquí!", pensaba para sí misma. Al entrar al aula, todos los ojos se posaron en ella. La maestra, la Seño Marta, se acercó con una sonrisa cálida y le presentó a sus nuevos compañeros.

Había chicos divertidos como Tomi, siempre dispuesto a ayudar; Lucía, creativa y amable; Juanito, el más travieso de todos; y Valentina, la mejor amiga que alguien podría desear.

Los días pasaban y poco a poco Lola fue sintiéndose más cómoda en su nueva escuela. Los juegos en el recreo se volvieron más animados con las risas de sus amigos. "-¿Quieres jugar con nosotros?", le preguntaba Tomi cada día.

Un día, durante clase de Ciencias Naturales, la Seño Marta propuso un proyecto especial: investigar sobre las plantas del jardín de la escuela. A Lola le brillaron los ojos de emoción. Le encantaba aprender cosas nuevas y descubrir el mundo que la rodeaba.

Con la ayuda de sus amigos, Lola se sumergió en su investigación. Recogieron muestras de hojas y flores, observaron insectos y anotaron todo en sus cuadernos. Juanito incluso trajo su lupa para examinar detalles minúsculos.

Cuando llegó el día de presentar su proyecto ante toda la escuela, Lola estaba nerviosa pero emocionada. Confiaba en lo que había aprendido junto a sus amigos y sabía que estaban listos para mostrarlo al mundo. La presentación fue un éxito total.

La Seño Marta felicitó a los chicos por su dedicación e interés en aprender algo nuevo cada día. "-Estoy muy orgullosa de ustedes", les dijo con una sonrisa amorosa. Desde ese día, Lola ya no temió enfrentarse a lo desconocido.

Sabía que con valentía, curiosidad y el apoyo de sus amigos podía lograr cualquier cosa que se propusiera.

Y así siguieron viviendo grandes aventuras juntos en Villa Esperanza: explorando nuevos mundos en los libros de la biblioteca escolar, creando obras maestras en clase de Arte y riendo sin parar en cada recreo compartido. Lola entendió que aunque al principio algo pueda parecer difícil o desconocido, siempre hay personas dispuestas a ayudarte a superarlo y descubrir juntos un universo lleno de posibilidades infinitas.

FIN.

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