La valentía de los cisnes



Había una vez una mamá cisne que vivía felizmente en un hermoso lago con sus tres adorables pollitos. La mamá cisne se llamaba Celeste y era muy amorosa y protectora con sus pequeños.

Un día, mientras los pollitos jugaban cerca de la orilla del lago, escucharon un ruido extraño proveniente del bosque cercano. Curiosos, se acercaron al lugar de donde provenía el sonido y descubrieron a un conejito atrapado entre las ramas de un árbol caído.

Los pollitos corrieron hacia su mamá para pedirle ayuda. "¡Mamá! ¡Hay un conejito atrapado en el bosque! ¡Tenemos que ayudarlo!", exclamó el primer pollito, llamado Pipi.

La mamá cisne miró preocupada a sus hijos y decidió ir a ver qué podían hacer por el conejito. Caminaron juntos hasta llegar al árbol caído y encontraron al pobre conejito asustado y sin poder moverse. Celeste, con su pico delicadamente fuerte, comenzó a romper las ramas que aprisionaban al conejito.

Después de unos minutos de esfuerzo, finalmente logró liberarlo. El conejito estaba extremadamente agradecido y les dio las gracias una y otra vez.

"¡Muchas gracias por salvarme! No sé cómo podría haber salido de aquí sin su ayuda", dijo el conejito emocionado. Los pollitos estaban felices de haber ayudado a alguien en apuros. Pero justo cuando estaban listos para regresar al lago, escucharon otro ruido extraño.

Era un pato que había quedado atrapado en una red de pesca abandonada. "¡Mamá, otro animalito necesita nuestra ayuda! ¡Vamos a rescatarlo!", exclamó el segundo pollito, llamado Pompón. Sin dudarlo, Celeste y sus tres pollitos corrieron hacia el lugar donde estaba atrapado el pato.

Usando su pico nuevamente, Celeste rompió la red y liberó al pato. El pato también les agradeció infinitamente por salvarlo. Después de este segundo rescate, los pollitos estaban emocionados y llenos de energía para seguir ayudando a otros animales necesitados.

Decidieron explorar más allá del bosque para encontrar más criaturas en apuros. De repente, mientras caminaban por un sendero cercano al lago, escucharon un fuerte llanto proveniente de un arbusto. Se acercaron cautelosamente y encontraron a un pequeño cachorrito perdido y asustado.

"Mamá, tenemos que ayudar al cachorrito", dijo el tercer pollito, llamado Tito. Celeste sabía que no podían dejar solo al cachorrito indefenso. Con mucho cuidado lo llevó en su pico hasta su espalda y continuaron su camino hacia el lago.

Cuando llegaron al lago, todas las aves del lugar se sorprendieron al ver a la mamá cisne con sus tres pollitos y el cachorrito sobre su espalda.

Pronto se corrió la voz sobre las increíbles hazañas de esta valiente familia cisne. Los animales del lago se organizaron para construirles una hermosa casa en el agua, donde pudieran vivir todos juntos y felices.

Celeste se convirtió en la protectora de todos los animales del lago y sus pollitos aprendieron el valor de ayudar a los demás. Desde ese día, la mamá cisne y sus tres pollitos siempre estuvieron dispuestos a ayudar a cualquier animal que necesitara su ayuda. Juntos, formaron un equipo increíblemente valiente y solidario.

Y así, la historia de Celeste y sus tres pollitos se convirtió en una leyenda inspiradora para todos los animales del lago, recordándoles que siempre hay bondad en el mundo si nos cuidamos y ayudamos mutuamente.

FIN.

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