La valentía de Lucía



Había una vez una niña llamada Lucía que vivía en un pequeño pueblo rodeado de hermosas montañas. A Lucía le encantaba explorar y descubrir nuevos lugares, pero había algo que siempre la asustaba: los leones.

Un día, mientras jugaba en el bosque cercano a su casa, escuchó un ruido fuerte y aterrador proveniente de lo profundo de la selva. El corazón de Lucía comenzó a latir rápidamente y su mente se llenó de pensamientos temerosos.

¿Y si era un león? ¿Qué haría ella si se encontrara con uno? Lucía decidió correr hacia su casa para buscar ayuda, pero en el camino se topó con una señora mayor que estaba sentada bajo un árbol.

- ¡Señora! -exclamó Lucía-, ¿ha escuchado ese ruido? ¡Creo que hay un león en la selva! La señora sonrió amablemente y dijo: "No te preocupes, mi querida niña. Ese no es el rugido de un león".

Lucía sintió alivio pero aún estaba curiosa por saber qué era aquel ruido tan espantoso. - Entonces, ¿qué es ese ruido tan fuerte? -preguntó Lucía con intriga. La señora tomó la mano de Lucía y juntas caminaron hacia el borde del bosque.

Desde allí podían ver una gran cascada que caía desde las alturas. - Ese ruido proviene de esa hermosa cascada -explicó la señora-. No hay ningún peligro aquí, solo la belleza natural del agua cayendo sobre las rocas.

Lucía se sintió aliviada y sorprendida de cómo algo tan hermoso podía asustarla tanto. La señora le explicó que a veces nuestras propias inseguridades y miedos pueden hacer que veamos peligros donde no los hay.

- Lucía, querida -dijo la señora-, es normal tener miedo a lo desconocido, pero debes recordar que muchas veces nuestros miedos son solo imaginarios. No dejes que el temor te impida disfrutar de nuevas experiencias y descubrir cosas maravillosas en la vida.

Aquellas palabras resonaron en el corazón de Lucía. Decidió enfrentar su miedo a los leones y aprender más sobre ellos para entenderlos mejor. Investigó en libros, visitó zoológicos e incluso habló con expertos sobre estos majestuosos animales.

Un día, mientras caminaba por la selva con su nueva amiga, la señora mayor, escucharon un ruido proveniente del espeso follaje. Lucía se detuvo por un momento antes de darse cuenta de que había encontrado algo increíble: un cachorro de león perdido. - ¡Mira! -exclamó emocionada-.

¡Es un leoncito! La señora sonrió y dijo: "Lucía, esta es tu oportunidad para demostrarte a ti misma que has superado tu miedo".

Con mucho cuidado y ternura, Lucía se acercó al pequeño león y lo ayudó a encontrar su camino de regreso a casa. Desde ese día, Lucía dejó atrás sus temores infundados y se convirtió en una valiente defensora de los animales salvajes.

La historia de Lucía y el león se convirtió en una leyenda en su pueblo. La valentía y determinación de la niña inspiraron a otros a enfrentar sus miedos y buscar siempre lo bueno en cada situación.

Y así, Lucía aprendió que no hay nada más poderoso que superar nuestros miedos y descubrir la belleza oculta detrás de ellos.

FIN.

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