La valentía de Mateo



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, donde reinaba la paz y la alegría. Sin embargo, todas las noches cuando el sol se ocultaba, algo extraño sucedía.

Las brujas salían de sus escondites y causaban estragos en el lugar. Un niño llamado Mateo vivía en ese pueblo y siempre había sentido curiosidad por las brujas. A pesar del miedo que sentía, decidió enfrentar su temor para descubrir qué pasaba realmente durante esas noches tenebrosas.

Una noche oscura y fría, Mateo se aventuró a salir de su casa mientras todos dormían. Caminó sigilosamente hacia el bosque cercano donde escuchaba que las brujas realizaban sus rituales malignos.

Cuando llegó al bosque, vio a un grupo de brujas reunidas alrededor de una fogata. Estaban murmurando palabras incomprensibles y parecían muy concentradas en lo que estaban haciendo. Mateo sintió miedo pero recordó que estaba allí para descubrir la verdad.

Se acercó lentamente a escondidas detrás de los árboles para escuchar mejor lo que decían las brujas. "¡Hermanas brujas! Hoy nos reunimos para hacer algo terrible", dijo la bruja líder con una risa malvada.

El corazón de Mateo latía rápidamente mientras intentaba entender lo que planeaban hacer las brujas esa noche. Siguiendo su intuición, decidió esperar hasta el final antes de actuar. Las brujas continuaron hablando sobre sus planes siniestros y Mateo se dio cuenta de que estaban planeando asesinar a la reina del pueblo.

El niño sabía que tenía que hacer algo, pero también sabía que no podía enfrentarlas solo. Decidió regresar al pueblo y buscar ayuda.

Corrió tan rápido como pudo hasta llegar a la casa del alcalde, quien era un hombre valiente y justo. "¡Señor Alcalde! ¡Las brujas están planeando asesinar a la reina!", exclamó Mateo sin poder respirar. El alcalde escuchó atentamente la historia de Mateo y decidió tomar medidas inmediatas para proteger a su pueblo.

Reunió a los guardias y se dirigió hacia el bosque donde las brujas llevaban a cabo sus malvados planes. Cuando llegaron, se encontraron con las brujas en plena acción.

Los guardias lucharon valientemente contra ellas mientras el alcalde buscaba rescatar a la reina. Finalmente, lograron derrotar a todas las brujas y salvaron a la reina. El pueblo entero estaba lleno de gratitud hacia Mateo por su valentía y determinación para enfrentar sus miedos y protegerlos.

A partir de ese día, Villa Esperanza vivió en paz nuevamente gracias al coraje de un niño llamado Mateo.

Las brujas nunca volvieron a aparecer en el pueblo, ya que habían aprendido una lección muy importante: nunca subestimar el poder del amor y la valentía. Mateo se convirtió en un héroe local y recordaba esa noche como una lección sobre cómo superar los miedos más grandes para proteger lo que amamos.

Su historia inspiró a muchos niños y niñas del pueblo a enfrentar sus propios miedos y a luchar por lo que creen. Y así, Villa Esperanza vivió felizmente para siempre, recordando siempre que el valor y la determinación pueden superar cualquier obstáculo, incluso las brujas más temibles.

FIN.

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