La valentía de Tiberio y Cuenca
Había una vez en un lejano reino, un esclavo llamado Tiberio y su amo, el gran señor Cuenca.
Tiberio trabajaba día y noche para satisfacer las demandas de su amo, limpiando la casa, cocinando y haciendo todas las tareas que se le ordenaban. Un día de intenso calor, después de haber realizado todas sus labores, Tiberio notó que los pies de su amo estaban sudados y sucios.
A pesar de estar agotado, decidió mostrar su gratitud hacia Cuenca limpiándole los pies con delicadeza. Al ver este gesto inesperado, Cuenca se sorprendió y preguntó: "¿Qué haces, Tiberio?""Amo Cuenca, he notado que sus pies están cansados y sudados. Quiero demostrarle mi agradecimiento por cuidarme", respondió Tiberio humildemente.
Cuenca quedó impresionado por la bondad de Tiberio y reflexionó sobre cómo había tratado a su esclavo en el pasado. Se dio cuenta de que había sido duro e injusto con él muchas veces. "Tienes un corazón noble, Tiberio.
Te has ganado mi respeto", dijo Cuenca con sinceridad. A partir de ese momento, la relación entre ellos cambió. Cuenca comenzó a tratar a Tiberio con amabilidad y respeto, dándole más libertad y reconociendo su valía como persona.
Los días pasaron y la amistad entre el esclavo y su amo creció cada vez más fuerte. Trabajaban juntos codo a codo para mejorar la vida en el reino y ayudar a quienes más lo necesitaban.
Un día, llegaron noticias de un peligro que amenazaba al reino. Un dragón feroz estaba atacando aldeas cercanas y sembrando el caos por donde pasaba.
Sin dudarlo, Tiberio ofreció voluntariamente enfrentarse al dragón para proteger a su amo y a todos los habitantes del reino. Con valentía y astucia, Tiberio logró derrotar al temible dragón utilizando su inteligencia en lugar de la fuerza bruta.
El pueblo entero lo aclamó como un héroe y Cuenca sintió un profundo orgullo por tener a alguien tan valiente como esclavo. Desde ese día en adelante, Tiberio fue liberado de su condición de esclavitud por decisión propia de Cuenca.
Se convirtieron en compañeros inseparables que compartían aventuras emocionantes mientras trabajaban juntos para hacer del reino un lugar mejor para todos sus habitantes. Y colorín colorado este cuento ha terminado; porque cuando dos personas se tratan con respeto mutuo pueden lograr grandes cosas juntas.
FIN.