La valentía de Tito
Había una vez un pequeño y valiente caracol llamado Tito. Tito siempre había soñado con correr aventuras emocionantes, pero como caracol, su velocidad lo limitaba mucho.
Un día, mientras se deslizaba por el jardín, escuchó un ruido extraño proveniente de la casa. "¿Qué es ese ruido?" - preguntó Tito a su amigo Gusano que estaba cerca. "No sé, pero parece que viene de la casa del otro lado del jardín" - respondió Gusano.
Tito decidió investigar y se arrastró hasta la pared de la casa. Allí encontró a un gato callejero asustado atrapado en una caja de cartón. "¡Ayuda! ¡Por favor ayúdame a salir!" - maulló el gato callejero.
Tito sabía que los gatos eran depredadores naturales de los caracoles, pero también sabía que no podía dejar al pobre animal atrapado allí sin hacer nada.
Con gran valentía, Tito se arrastró hacia la caja y empezó a morder el cartón con sus afilados dientes para liberar al gato. Finalmente, después de mucho esfuerzo, logró abrir un agujero lo suficientemente grande como para que el gato pudiera salir.
El felino salió corriendo hacia la libertad sin mirar atrás ni prestar atención a Tito quien estaba exhausto sobre el césped. "Gracias por salvarme", dijo una voz detrás del caracol cansado. Era una mariposa hermosa que había estado observando todo desde las flores cercanas.
"No sabía que los caracoles podían ser tan valientes" - dijo la mariposa admirada. Tito sonrió con orgullo y se sintió muy feliz de haber ayudado al gato callejero.
Desde ese día, Tito se convirtió en el héroe del jardín y muchos animales empezaron a buscar su ayuda para resolver problemas. A pesar de su lentitud, Tito demostró que con valentía y determinación, cualquier cosa era posible. "Loco por ti", dijo Gusano admirado por la hazaña de su amigo.
Tito no entendía qué significaba esa expresión, pero le gustaba cómo sonaba. Así que decidió adoptarla como su nuevo lema y siempre recordaba lo importante que era ser valiente y corajudo cuando alguien necesitara ayuda.
FIN.