La valentía de Zaira



Zaira era una adolescente apasionada por el fútbol. Desde pequeña, su padre la había llevado a jugar en el parque y ella se había enamorado de ese deporte.

No importaba si jugaba con chicos o chicas, Zaira siempre daba lo mejor de sí misma. Un día, mientras jugaban un partido en el colegio, uno de sus compañeros se lastimó y tuvo que salir del campo.

El equipo de Zaira quedó con un jugador menos y parecía que iban a perder el partido. Pero Zaira no se dio por vencida. Se acercó al entrenador y le dijo:-¿Puedo jugar en lugar de Juan? El entrenador la miró sorprendido pero luego asintió.

Zaira entró al campo decidida a dar todo lo que tenía. A pesar de ser la única chica en el equipo, Zaira demostró que podía jugar tan bien como cualquier otro jugador.

Corrió sin descanso detrás del balón, hizo pases precisos y hasta marcó un gol espectacular. Al final del partido, su equipo ganó gracias a su esfuerzo y dedicación. Todos los jugadores la felicitaron y le dijeron lo bien que había jugado.

Desde ese día, Zaira se convirtió en una referente para sus compañeros de equipo. Siempre estaba dispuesta a ayudarlos cuando alguien se lastimaba o necesitaban un cambio durante los partidos.

Y aunque algunos todavía pensaban que las chicas no podían jugar al fútbol tan bien como los chicos, Zaira les demostraba cada vez que entraba al campo que eso no era cierto. Así fue como Zaira aprendió una valiosa lección: nunca rendirse ante las dificultades y siempre dar lo mejor de sí misma, sin importar lo que digan los demás.

Y esa actitud la llevó a ser no solo una excelente jugadora, sino también una gran compañera.

FIN.

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