La valentía en Medellín


Don Quijote y Sancho Panza llegaron a Medellín, tierra de flores y café. Al subir al metro cable, Sancho gritó: "¡Mi señor, son dragones gigantes que nos llevan por el cielo!".

Don Quijote, con su armadura brillante, exclamó: "¡Prepara tu espada, valiente escudero!". Al bajar, un bus se detuvo frente a ellos. Don Quijote lo miró solemne y dijo: "Rucinante nos espera para otra aventura".

Recorrieron las calles empedradas del Pueblito Paisa y se maravillaron en el Jardín Botánico. Así aprendieron que la verdadera valentía está en enfrentar los retos con coraje y nobleza.

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