La valiente amistad de Lua y Pío
Había una vez una niña llamada Lua que vivía en lo alto de una montaña. Lua era muy feliz, siempre tenía una sonrisa en su rostro y disfrutaba cada día explorando la naturaleza que la rodeaba.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Lua encontró un pequeño pajarito herido. Sin dudarlo, lo llevó a su hogar y decidió cuidarlo hasta que se recuperara. Le puso por nombre Pío y juntos se convirtieron en los mejores amigos.
Los días pasaban y Lua y Pío se divertían mucho juntos. Descubrían nuevos lugares para explorar, jugaban a las escondidas entre los árboles y cantaban canciones alegres. Pero un día, mientras jugaban cerca de un río, Pío desapareció repentinamente.
Lua comenzó a buscarlo por todos lados sin éxito. Estaba muy triste pensando que había perdido a su amigo para siempre. Pero entonces escuchó un débil "¡Pio!" desde el otro lado del río.
Corrió tan rápido como pudo hacia allí y descubrió que Pío estaba atrapado en medio del agua turbulenta. Sin pensarlo dos veces, Lua se lanzó al río para salvarlo.
Con todas sus fuerzas nadó hasta donde estaba Pío y logró llevarlo sano y salvo a la orilla. Ambos estaban agotados pero felices de estar juntos nuevamente. Se abrazaron con fuerza mientras el sol se ocultaba detrás de las montañas.
Desde ese día, Lua aprendió la importancia de enfrentar los desafíos con valentía y no rendirse nunca ante las dificultades. Comprendió que la amistad verdadera siempre está ahí para ayudarnos y que juntos podemos superar cualquier obstáculo. Lua y Pío continuaron explorando la montaña, pero ahora con más precaución.
Siempre se cuidaban mutuamente y recordaban su gran aventura en el río como una muestra de su increíble amistad. Y así, Lua vivía feliz en la montaña, rodeada de naturaleza y junto a su fiel amigo Pío.
Juntos seguían descubriendo nuevos lugares mágicos, aprendiendo lecciones valiosas y disfrutando cada momento de sus vidas llenas de alegría y amor.
FIN.