La valiente amistad del dragón Drago


Había una vez en un lejano reino, un castillo escondido entre las sombras y la niebla. En lo más profundo de sus muros habitaba un temible dragón negro llamado Drago, cuyas escamas brillaban con intensidad en la oscuridad.

Drago era conocido por su feroz aspecto y su mirada penetrante que infundía miedo a quien se atreviera a acercarse al castillo.

Sin embargo, lo que nadie sabía era que detrás de esa apariencia amenazadora se escondía un corazón noble y generoso. Un día, una valiente niña llamada Luna decidió adentrarse en el bosque oscuro que rodeaba el castillo prohibido.

Con paso decidido y sin temor en su corazón, Luna llegó hasta las imponentes puertas del castillo donde Drago la esperaba vigilante. Al ver a la intrépida niña, Drago gruñó con fuerza tratando de asustarla, pero Luna no retrocedió. Con voz serena, le dijo: "No temas, noble dragón. He venido en busca de tu ayuda".

Drago quedó sorprendido por la valentía de la pequeña y decidió escucharla. "¿Qué necesitas, pequeña humana?", preguntó Drago con curiosidad. "Vengo en nombre de mi pueblo que necesita protección contra los invasores que amenazan nuestra tierra", respondió Luna con determinación.

Drago reflexionó unos instantes y finalmente accedió a ayudar a Luna y su pueblo. Juntos idearon un plan para ahuyentar a los invasores y defender el reino con valentía y astucia.

Los días pasaron y Luna visitaba regularmente al dragón negro, compartiendo historias e intercambiando conocimientos. Poco a poco, Drago fue mostrando su lado amable y cariñoso, revelando una personalidad bondadosa que nadie había visto antes.

Con el coraje de Luna y la sabiduría de Drago, lograron proteger al reino de cualquier peligro que se presentara. Los habitantes del lugar aprendieron a no juzgar por las apariencias y descubrieron que la verdadera fuerza radica en trabajar juntos hacia un bien común.

Así, el castillo oculto entre las tinieblas dejó de ser un lugar temido para convertirse en un símbolo de unidad y amistad.

Y el dragón negro demostró que incluso las criaturas más tenebrosas pueden tener un corazón noble si se les da la oportunidad de mostrarlo. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda: nunca subestimes a alguien por su aspecto exterior; siempre hay más allá de lo que los ojos pueden ver.

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