La valiente Aurora y los mapaches astutos


En un bosque encantado, vivía una ardilla muy especial llamada Aurora. A diferencia de las demás ardillas, ella tenía la habilidad de volar.

Sí, ¡así es! Aurora había descubierto que podía extender sus patitas y planear por el aire como si fuera un pájaro. Un día, mientras volaba entre los árboles del bosque, se encontró con una familia de conejos que parecían tristes. Se acercó a ellos y les preguntó qué les sucedía.

La mamá coneja le explicó que estaban preocupados porque no sabían cómo llegar al otro lado del río para encontrar comida fresca. Aurora sonrió y les dijo: "No se preocupen, yo puedo llevarlos volando".

Los conejos se sorprendieron al escuchar esto, pero aceptaron encantados la ayuda de la valiente ardilla. Así fue como Aurora llevó a la familia de conejos al otro lado del río, surcando el cielo y disfrutando juntos de las vistas más hermosas del bosque.

Los conejos estaban emocionados y agradecidos por tan maravillosa experiencia. Al regresar al hogar de los conejos, Aurora se despidió con cariño y continuó su vuelo por el bosque.

Mientras tanto, en lo más profundo del bosque, un grupo de mapaches tramaba un plan para apoderarse de todas las nueces que crecían en los árboles cercanos. Los mapaches eran conocidos en el bosque por ser astutos y traviesos. Decidieron tenderle una trampa a Aurora para robarle sus nueces voladoras.

Uno de los mapaches fingió estar herido cerca del camino por donde pasaba siempre la ardilla voladora. Al ver al supuesto mapache herido, Aurora descendió rápidamente para ayudarlo.

Pero en cuanto estuvo cerca, los otros mapaches salieron de su escondite y rodearon a la inocente ardilla. "¡Jajaja! ¡Has caído en nuestra trampa!", exclamaron los mapaches con malicia. "¿Qué quieren? ¿Por qué me han tendido esta trampa?", preguntó Aurora con valentía.

"Queremos tus preciadas nueces voladoras", respondieron los mapaches mientras intentaban arrebatárselas. Pero Aurora no iba a dejarse vencer tan fácilmente. Con un rápido movimiento logró liberarse y emprendió vuelo hacia lo alto de los árboles. Los mapaches intentaron seguirla trepando por los troncos, pero no pudieron alcanzarla.

Finalmente, exhaustos y derrotados, decidieron rendirse y dejar en paz a la valiente ardilla voladora.

Aurora continuó surcando el cielo del bosque con libertad y alegría, ayudando a quienes lo necesitaban y enfrentando cualquier desafío que se interpusiera en su camino. Y aunque algunas veces tuviera que lidiar con peligros o adversidades inesperadas, siempre encontraba una manera creativa e ingeniosa de superarlos.

Y así fue como la historia de la ardilla que vuela en el bosque se convirtió en leyenda entre todos los habitantes del lugar; inspirando a grandes y chicos a nunca rendirse ante las dificultades y a seguir adelante con coraje y determinación cada vez que vuelen hacia sus sueños más altos.

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