La valiente escapada de Gertru


Gertru era una gatita de peluche que vivía en un cómodo sofá en la sala de una casa. Era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras sus dueños estaban fuera, Gertru decidió explorar el resto de la casa. Saltó del sofá y comenzó a caminar por el pasillo, descubriendo habitaciones que nunca había visto antes. - ¡Esto es emocionante! -dijo Gertru mientras se adentraba en una habitación oscura.

De repente, escuchó un ruido extraño y se asustó. Corrió hacia la puerta para escapar pero se dio cuenta de que estaba cerrada. - ¡Ayuda! ¿Cómo voy a salir de aquí? -gritaba desesperada Gertru. Pero nadie parecía escucharla.

Entonces recordó algo importante que su mamá le había enseñado: "Si alguna vez te pierdes o necesitas ayuda, mantén la calma y piensa con claridad". Gertru cerró los ojos y respiró profundamente. Luego abrió los ojos y comenzó a buscar una forma de salir.

Vio una ventana pequeña en lo alto de la pared y supo lo que tenía que hacer. Saltando sobre muebles y objetos cercanos, Gertru finalmente llegó hasta la ventana y logró abrirla con sus patas pequeñas pero fuertes.

- ¡Lo logré! -exclamó feliz al sentir el aire fresco entrando por la ventana abierta-. Ahora podré volver al sofá donde estoy segura.

Desde ese día, Gertru aprendió dos cosas valiosas: primero, siempre debía mantener la calma cuando enfrentara situaciones difíciles. Y segundo, nunca debía dejar el sofá donde se sentía segura y protegida. A partir de ese día, Gertru siguió explorando el mundo con su curiosidad natural, pero siempre recordando las lecciones que había aprendido.

Y aunque a veces se encontraba en situaciones difíciles, siempre lograba salir adelante gracias a su ingenio y valentía.

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