La valiente guardiana de ovejas


En un pequeño pueblo de la provincia de Córdoba, vivía una niña llamada Lola. Ella era muy valiente y curiosa, le encantaba ayudar a sus abuelos en el cuidado de las ovejas que tenían en el campo.

Un día soleado, Lola decidió llevar a pastar a las ovejas al cerro cercano. Lola caminaba con energía mientras las ovejas seguían su paso tranquilo. De repente, escuchó un ruido extraño entre los arbustos.

Se detuvo y vio cómo un zorro astuto se acercaba sigilosamente hacia las ovejas con intenciones de comérselas. - ¡Oh no! ¡No puedo permitir que el zorro se coma a mis amigas! -exclamó Lola con preocupación.

Con valentía, Lola comenzó a gritar y agitar sus brazos para ahuyentar al zorro. El animal se sorprendió y retrocedió unos pasos, pero luego volvió a intentarlo. La niña sabía que debía actuar rápido para proteger a las indefensas ovejas.

Decidida a salvarlas, corrió hacia ellas y logró reunirlas para llevarlas de vuelta a casa junto a sus abuelos. Por el camino, pensaba en cómo evitar que el zorro volviera y pusiera en peligro nuevamente a las ovejas.

Al llegar a la casa, los abuelos de Lola notaron su expresión seria y le preguntaron qué había pasado. Con voz firme pero temblorosa por la emoción del momento, contó lo ocurrido con el zorro hambriento.

- Abuelitos, debemos buscar una solución para proteger a nuestras queridas ovejitas -dijo Lola mirando determinada hacia ellos. Los abuelos asintieron y juntos idearon un plan: construirían un corral más resistente para mantener seguras a las ovejas durante la noche y cuando estuvieran pastando en el cerro.

Además, colocarían trampas humanitarias alrededor del terreno para disuadir cualquier intento de depredadores como el zorro. Dedicaron varios días al trabajo duro pero gratificante de mejorar la seguridad del rebaño.

Durante ese tiempo, Lola aprendió mucho sobre la importancia de cuidar no solo de los animales sino también del entorno en el que vivían. Finalmente, llegó el día en que todo estaba listo. Las ovejas tenían un nuevo hogar seguro gracias al esfuerzo conjunto de Lola y sus abuelos.

Desde entonces, cada vez que salían al campo juntas recordaban aquella aventura con el zorro como una lección invaluable sobre solidaridad y protección hacia los seres vulnerables.

Y así fue como la valentía y determinación de una pequeña niña lograron cambiar las cosas para mejor en su pequeño rincón del mundo rural argentino.

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