La valiente Laura y el gran paso



Había una vez una niña llamada Laura, quien tenía dos años de edad.

Laura era una niña muy valiente y curiosa, pero había algo que le daba mucho miedo: quitarse el pañal e ir al baño como los niños mayores. Un día, mientras jugaba en su habitación, Laura vio a su hermanito mayor, Tomás, usar el inodoro sin ningún problema. Esto hizo que Laura se preguntara por qué ella no podía hacer lo mismo.

Decidió que ya era hora de superar su miedo y convertirse en una niña grande. Laura fue a hablar con su mamá y le explicó cómo se sentía.

Su mamá la escuchó atentamente y le dijo que estaba orgullosa de ella por querer aprender cosas nuevas. Juntas hicieron un plan para ayudar a Laura a dejar el pañal. El primer paso del plan consistía en comprar ropa interior bonita y colorida para Laura.

Así se sentiría más motivada y emocionada por usarla. Además, cada vez que Laura usara el inodoro correctamente, recibiría un premio especial. Los días pasaron y poco a poco Laura fue perdiendo el miedo.

Su mamá la animaba constantemente y siempre estaba ahí para apoyarla cuando tuviera algún accidente. Con paciencia, cariño y amor, Laura comenzó a entender cómo funcionaba todo.

Un día, después de muchas semanas de esfuerzo, llegó el momento tan esperado: ¡Laura logró ir al baño sin ayuda! Estaba muy emocionada y corrió a contarle a todos en la escuela sobre su gran logro. Cuando llegó al colegio al día siguiente, reunió a todos sus compañeros en el recreo y les contó su historia.

Les explicó cómo había superado su miedo y cómo se sentía ahora que ya no usaba pañales. Todos la escuchaban con atención y algunos niños comenzaron a sentirse inspirados.

Después de contarles su experiencia, Laura propuso a sus compañeros hacer un gran cartel en el que cada uno pudiera marcar los días en los que lograran usar el inodoro correctamente. Sería una forma divertida de motivarse mutuamente.

Los niños aceptaron entusiasmados la propuesta de Laura y juntos hicieron un hermoso cartel lleno de colores y dibujos. Cada día, durante las semanas siguientes, iban marcando sus logros con alegría y orgullo. Poco a poco, todos los niños fueron perdiendo el miedo al baño gracias al ejemplo valiente de Laura.

Se dieron cuenta de que podían lograrlo si tenían paciencia, cariño, amor y tiempo para aprender algo nuevo. Al final del año escolar, todos celebraron una fiesta especial para festejar los grandes logros alcanzados por cada uno.

Fue una ocasión llena de risas, juegos y felicitaciones sinceras. Laura se sintió muy feliz al ver cómo había ayudado a sus amigos a superar sus miedos. Aprendió que compartir nuestras experiencias positivas puede inspirar e impulsar a otros a enfrentar nuevos desafíos con valentía.

Desde aquel día, Laura siempre recordaría la importancia del refuerzo positivo, la paciencia, el cariño, el amor y el tiempo para ayudarnos unos a otros en nuestros momentos más difíciles.

Y así fue como esta pequeña niña se convirtió en una gran inspiración para todos sus compañeros.

FIN.

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