La valiente Limpia y el río limpio
En la ciudad de Villa Limpia, vivía una pequeña y valiente pupilca llamada Limpia. Ella era conocida por su gran corazón y su amor por el medio ambiente.
Desde muy pequeña, Limpia había soñado con limpiar las aguas residuales de su ciudad para que todos los animales pudieran vivir en un ambiente sano y seguro. Un día, mientras paseaba por el río que cruzaba la ciudad, Limpia notó que el agua estaba más sucia que nunca.
Los patos nadaban con dificultad y los peces luchaban por respirar. ¡Esto no podía seguir así! Decidió tomar cartas en el asunto y buscar una solución.
Limpia se puso en contacto con la alcaldesa de Villa Limpia y le propuso limpiar las aguas residuales de la ciudad. La alcaldesa, impresionada por la determinación de la pupilca, le dio luz verde para comenzar su misión. Limpia se equipó con guantes, botas y un traje especial para protegerse del agua contaminada.
Armada con una red y un cubo, se adentró en el río dispuesta a sacar toda la basura que encontrara. Día tras día, Limpia trabajaba incansablemente limpiando el río.
Sacaba bolsas de plástico, botellas vacías y todo tipo de desechos que habían sido arrojados al agua irresponsablemente. A medida que avanzaba en su tarea, los animales empezaron a volver al río. Los patos volvieron a nadar libremente y los peces recuperaron su vitalidad.
Un día, mientras Limpia recogía basura cerca del puente principal de la ciudad, escuchó unos llantos provenientes del otro lado del río.
Se acercó corriendo y vio a un grupo de niños preocupados porque habían perdido a su gatito enredado entre unas ramas flotantes. "¡No se preocupen! ¡Voy a ayudarlos!" exclamó Limpia con determinación. Con cuidado y destreza, logró llegar hasta donde estaba atrapado el gatito y lo rescató sano y salvo.
Los niños estaban tan agradecidos que decidieron unirse a ella para seguir limpiando juntos el río. La noticia sobre la valentía y dedicación de Limpia se extendió rápidamente por toda la ciudad.
Pronto, vecinos voluntarios se sumaron a su causa e incluso empresas locales ofrecieron donaciones para apoyarla en su labor. Gracias al esfuerzo conjunto de todos, el río de Villa Limpia volvió a ser cristalino y lleno de vida.
Los habitantes disfrutaban nuevamente del entorno natural sin temor a enfermarse ni ver afectada la fauna local. Limpia se convirtió en una heroína local querida por todos los habitantes de Villa Limpia. Su historia inspiradora demostraba cómo una persona comprometida puede marcar la diferencia aunque sea pequeña frente al problema ambiental más grande.
FIN.