La valiente princesa Martina y el dragón protector
Había una vez en un reino lejano una princesa llamada Martina, que vivía en una torre muy alta.
Martina era una princesa diferente a las demás, no le gustaba quedarse quieta y aburrida todo el día, sino que siempre estaba buscando nuevas aventuras y retos. Un día, mientras miraba por la ventana de su torre, Martina vio a lo lejos un bosque misterioso que nunca antes había explorado.
Su curiosidad se despertó al instante y decidió que era hora de escapar de la torre y descubrir qué secretos guardaba aquel bosque. Sin pensarlo dos veces, Martina empezó a idear un plan para escapar.
Usando su ingenio y astucia, logró burlar a los guardias del castillo y trepar por las paredes de la torre hasta llegar al suelo. Una vez afuera, se adentró en el bosque con paso decidido y valiente. -¡Qué emocionante es esto! -exclamaba Martina mientras caminaba entre los árboles.
Pronto se encontró con criaturas mágicas como hadas juguetonas y duendes traviesos que la ayudaron en su travesía. Juntos superaron obstáculos como ríos caudalosos y montañas escarpadas, siempre con la determinación de seguir adelante. Pero no todo sería fácil en esta aventura.
Pronto se enteraron de que un malvado dragón habitaba en lo más profundo del bosque y custodiaba un tesoro invaluable. A pesar del peligro, Martina decidió enfrentarse al dragón para demostrar su valentía y proteger a sus nuevos amigos.
-¡No tengas miedo! ¡Juntos podemos vencer cualquier desafío! -dijo Martina animando a sus compañeros. Con estrategia e inteligencia, lograron engañar al dragón y arrebatarle el tesoro sin hacerle daño.
Al regresar triunfantes al castillo, todos celebraron la valentía de la princesa Martina y cómo había sabido usar su astucia para resolver problemas difíciles. Desde ese día en adelante, Martina siguió explorando nuevos lugares e inspirando a otros con su espíritu intrépido y bondadoso.
Aprendió que no hay límites cuando se tiene coraje y determinación para enfrentar los desafíos que nos presenta la vida. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda: ¡siempre sigue tus sueños con valentía como la princesa Martina!
FIN.