La valiente Rosita y sus siete cabritillos
La vieja cabra, llamada Rosita, vivía con sus siete cabritillos en una pequeña casa en medio del bosque. Aunque eran muy felices juntos, Rosita siempre estaba preocupada por la seguridad de sus hijos.
Un día, mientras Rosita se fue al mercado a comprar comida para todos, los cabritillos se quedaron jugando dentro de la casa. De repente, escucharon un suave golpe en la puerta.
"¿Quién es?", preguntó el más pequeño de los cabritillos desde detrás de la puerta. "¡Soy yo! ¡Tu mamá!", respondió una voz dulce y amigable desde afuera. Los cabritillos se miraron entre sí con alegría y rápidamente abrieron la puerta.
Pero en lugar de encontrar a su madre querida, vieron a un lobo feroz parado frente a ellos. "¡Ja ja ja! ¡Qué tontos son ustedes!", dijo el lobo con una sonrisa malvada. "Su mamá no está aquí y ahora voy a comérmelos".
Los siete cabritillos se asustaron mucho y corrieron hacia el sótano para esconderse. El lobo intentó abrir la puerta del sótano pero estaba cerrada con llave. El lobo entonces tuvo una idea astuta.
Fue hasta el jardín trasero y comenzó a trepar por las ventanas del segundo piso para entrar por ahí y atrapar a los indefensos cabritillos. Mientras tanto, Rosita regresaba del mercado cargada con bolsas llenas de comida fresca cuando notó que algo extraño ocurría en su hogar.
Vio al lobo trepando por la ventana y rápidamente pensó en un plan para salvar a sus hijos. Sin dudarlo, Rosita corrió hacia el granero y encontró una cuerda fuerte. Luego, se dirigió al jardín trasero y ató la cuerda a un árbol.
Con mucha astucia, hizo un nudo en el otro extremo de la cuerda y lo metió por una de las ventanas del segundo piso. Cuando el lobo entró a la casa, los cabritillos estaban asustados pero confiaron en su madre.
Siguiendo las instrucciones de Rosita, cada uno fue subiendo por la cuerda hasta llegar al árbol y así escapar del peligroso lobo.
El último cabritillo estaba por subir cuando el lobo lo vio e intentó atraparlo con sus garras afiladas. Pero justo en ese momento, Rosita dio un fuerte tirón a la cuerda y el lobo cayó al suelo sin poder alcanzarlos. Los cabritillos se reunieron con su mamá en el bosque y todos celebraron su escape exitoso.
A partir de ese día, siempre siguieron las instrucciones de Rosita y aprendieron que no deben abrir la puerta a nadie cuando ella no está presente.
La historia de los siete cabritillos se convirtió en una leyenda entre los animales del bosque. Todos aprendieron sobre la importancia de ser cautelosos y seguir las reglas para mantenerse seguros.
Y así, Rosita enseñó a sus hijos valiosas lecciones sobre responsabilidad y protección mientras vivían felices para siempre en su hogar seguro dentro del bosque.
FIN.