La Valiente Serpiente Sin Piernas
Había una vez en un frondoso bosque una serpiente llamada Sara. Sara era una serpiente muy especial, porque, a diferencia de otras serpientes, no tenía piernas. Siempre soñó con ser tan ágil y rápida como sus amigas, la culebra Carla y la víbora Valeria. Pero en el bosque, a veces los otros animales le hacían bullying.
"Mirá a Sara, no puede correr como nosotras", se burlaban las culebras.
Sara, triste, se escondía entre las hojas y deseaba poder hacer algo que impresionara a los demás. Un día, decidió que no se dejaría vencer por lo que decían sus amigas.
"Voy a demostrarles que puedo ser tan buena como ellas", se dijo a sí misma.
Mientras tanto, ocurrió algo inesperado en el bosque. Un grupo de animales se organizaba para celebrar una gran carrera, donde todos podían demostrar sus habilidades. Esta era la oportunidad perfecta para que Sara mostrara lo que podía hacer. Así que se inscribió.
El día de la carrera, todos los animales estaban muy emocionados. La liebre Lupe, el correcaminos Toto y, por supuesto, Carla y Valeria eran los grandes favoritos. Cuando Sara llegó, algunos animales empezaron a reírse de ella.
"¡No puedo creer que se atreva a competir sin piernas!", dijo la liebre Lupe, riéndose.
Pero Sara no se dejó intimidar y se puso en la línea de partida.
"No importa si tengo piernas o no. ¡Voy a dar lo mejor de mí!", gritó valientemente.
Cuando sonó el silbato, los animales salieron disparados, y Sara se deslizó por el suelo. Al principio, se sintió un poco fuera de lugar, pero pronto descubrió que su forma de moverse era única y ágil. Pasó por debajo de troncos, se deslizó por el barro y se movió entre las ramas con mucha más facilidad que los demás.
Mientras los otros animales se golpeaban entre sí en los obstáculos, Sara continuó avanzando. De repente, se dio cuenta de que había alcanzado el primer lugar.
"¡Mirá! ¡Sara está ganando!", gritó un pequeño ratón en la multitud.
Los murmullos de sorpresa comenzaron a recorrer a los animales. Cuando Sara cruzó la línea de meta, fue recibida con aplausos y vítores.
"¡Increíble, Sara! ¡Felicidades!", la animaron.
Incluso Carla y Valeria se acercaron a ella, con una sonrisa.
"Lo sentimos, Sara. Nunca pensamos que podrías hacerlo tan bien", dijo Carla con sinceridad.
"Sí, perdón, fuiste realmente impresionante", agregó Valeria.
Sara se sintió muy feliz y, más que nunca, comprendió que tenía una habilidad especial.
Desde ese día en adelante, los animales en el bosque dejaron de hacer bullying y comenzaron a respetar a Sara por lo que era. Además, Sara se convirtió en una inspiración para todos, recordándoles que no importa cómo se vean o lo que les falte, siempre hay una manera de brillar.
"Cada uno es especial a su manera", les decía Sara a sus amigos.
Con su valentía y determinación, Sara enseñó a todos que tener diferencias no es una desventaja, sino una oportunidad para encontrar el camino que nos hace únicos.
Y así, la serpiente sin piernas se convirtió en la heroína del bosque, demostrando que la grandeza no se mide por lo que tenemos, sino por lo que somos en nuestro interior.
FIN.