La varita mágica de Sofía



Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas y prados verdes, una niña llamada Sofía. Sofía vivía con su abuela en una casita cerca del bosque.

A pesar de tener solo 7 años, era muy valiente y soñadora. Un día, mientras jugaba en el jardín trasero de su casa, vio algo brillante entre los arbustos. Se acercó curiosa y descubrió que era un pequeño objeto mágico: una varita de hada madrina.

Sofía no podía creer su suerte. Tomó la varita y dijo: "¡Quiero ser la mejor amiga de todos los animales del bosque!". En ese momento, apareció ante ella un hada madrina. - Hola, querida Sofía -dijo el hada-.

Soy tu nueva amiga Hada Madrina. ¿En qué puedo ayudarte? - ¡Quiero hablar con los animales! -exclamó emocionada Sofía. El hada sonrió y agitó su varita mágica.

De repente, Sofía pudo entender lo que decían todos los animales a su alrededor. Emocionada por esta nueva habilidad especial, se aventuró hacia el bosque para conocer a sus nuevos amigos animals. Mientras caminaba por el sendero del bosque oyó un maullido lastimero proveniente de un árbol cercano.

Era un gato tuerto atrapado en las ramas altas. - ¡Ayuda! ¡Estoy atrapado aquí arriba! -gritaba el gato desesperado. Sofía corrió hacia él y extendió sus brazos para sostenerlo y bajarlo con cuidado. El gato, llamado Pirata, le agradeció con un ronroneo.

- Gracias por salvarme, Sofía. Ahora tengo una nueva amiga -dijo Pirata mientras se acurrucaba en sus brazos. Juntos, continuaron su camino hasta que escucharon un aullido desgarrador. Era un lobo atrapado en una trampa para animales.

- ¡Por favor, ayúdenme! No puedo salir de aquí -suplicó el lobo entre lágrimas. Sofía y Pirata no dudaron ni un segundo y corrieron hacia el lobo. Usando la varita mágica del hada madrina, liberaron al lobo de la trampa.

El lobo les dio las gracias y les prometió que nunca más cazaría a ningún animal en el bosque. A partir de ese momento, se convirtió en su protector y les enseñó cómo sobrevivir en la naturaleza.

Mientras tanto, llegaron a una pradera donde encontraron una vaca solitaria llamada Margarita. La vaca estaba triste porque había perdido a su familia y no sabía cómo encontrarlos. Sofía se acercó a Margarita y le preguntó qué le pasaba.

La vaca explicó su situación con voz temblorosa. - No te preocupes, Margarita. Te ayudaremos a encontrar a tu familia -le aseguró Sofía con ternura.

Con la ayuda del gato tuerto Pirata y el sabio lobo guardián, buscaron pistas por todo el bosque hasta que finalmente encontraron al rebaño de vacas al que pertenecía Margarita. Margarita se reunió con su familia y todos estaban muy agradecidos. Sofía, Pirata y el lobo regresaron al pueblo victoriosos, siendo aclamados como héroes.

Desde ese día en adelante, Sofía siguió ayudando a los animales del bosque y aprendiendo de ellos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Y así, gracias a la valentía y amabilidad de una niña llamada Sofía, un gato tuerto, un lobo y una vaca encontraron la amistad verdadera y vivieron felices para siempre.

FIN.

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