La venta de garaje de Catalina y Angeles



Había una vez dos hermanas llamadas Catalina y Angeles. Eran muy aventureras y siempre estaban buscando nuevas emociones.

Un día, mientras jugaban en su habitación, se les ocurrió la idea de ir de vacaciones a la playa con su mamá y su papá. Catalina saltó de emoción y dijo: "¡Chicas, vamos a convencer a mamá y papá para que nos lleven de vacaciones! Podremos nadar en el mar, hacer castillos de arena y comer helado todos los días".

Angeles asintió emocionada y agregó: "Sí, además podríamos volar en avión. Sería una gran aventura". Las hermanas fueron corriendo hacia la sala donde estaban sus padres.

Mamá estaba leyendo un libro tranquila mientras papá miraba el partido de fútbol por televisión. Catalina fue la primera en hablar: "Mamá, papá, tenemos una idea increíble.

Queremos ir de vacaciones a la playa ¿Qué te parece?"Mamá sonrió y dijo: "Suena genial chicas, pero debemos asegurarnos de que sea seguro antes de tomar cualquier decisión". Papá también mostró interés pero mencionó: "El problema es que no tenemos mucho dinero ahorrado para unas vacaciones tan largas".

Las chicas se quedaron pensativas por un momento hasta que Angeles tuvo una idea brillante: "¡Podemos organizar una venta de garaje! Podemos vender todas las cosas viejas que ya no usamos y así juntar dinero para nuestras vacaciones". Todos estuvieron de acuerdo con esa fabulosa idea.

Así que comenzaron a separar todas las cosas que ya no necesitaban y las pusieron en el garaje. Colocaron carteles por toda la calle anunciando la venta de garaje para el próximo fin de semana.

El día de la venta llegó y mucha gente se acercó a ver lo que tenían para ofrecer. Catalina vendió su bicicleta vieja, mientras Angeles vendió sus juguetes antiguos. Mamá y papá también contribuyeron con algunas cosas que ya no usaban.

Al final del día, estaban muy contentas con todo el dinero que habían recaudado. Habían juntado lo suficiente para comprar los boletos de avión y disfrutar unas maravillosas vacaciones en la playa.

Una vez en el avión, Catalina miró por la ventanilla emocionada: "¡Miren chicas, estamos volando! ¡Es como si fuéramos pájaros!"Angeles sonrió y dijo: "Sí, es increíble cómo podemos llegar tan lejos en tan poco tiempo". Cuando finalmente llegaron a la playa, corrieron hacia el agua y saltaron dentro del mar riendo a carcajadas.

Pasaron días enteros construyendo castillos de arena, jugando al voleibol y reagarrando caracoles. En una tarde soleada mientras caminaban por la orilla del mar, encontraron un mensaje embotellado atrapado entre las rocas.

Lo abrieron emocionadas y leyeron: "Siempre persigan sus sueños sin importar los obstáculos". Las hermanas se miraron una a otra con una sonrisa enorme en sus rostros. Sabían que este mensaje era para ellas.

Se dieron cuenta de que habían hecho todo lo posible para lograr su sueño de ir a la playa y que valió la pena. Regresaron a casa con recuerdos maravillosos y una lección aprendida: nunca debes rendirte ante los obstáculos, siempre sigue tus sueños.

Y así, Catalina y Angeles continuaron buscando nuevas aventuras juntas, sabiendo que podían lograr cualquier cosa si trabajaban duro y no se daban por vencidas.

FIN.

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