La Verdad Brillante



En un colorido bosque lleno de risas y aventuras, vivían tres amigos: un gran elefante llamado Elio, un pequeño ratón llamado Ratón y una hermosa mariposa llamada Lila. Un día, decidieron hacer una caminata por el bosque para descubrir nuevos lugares. Mientras caminaban, descubrieron un lago deslumbrante que reflejaba el cielo.

"¡Miren qué lindo está el agua!" - exclamó Elio, acercándose al lago.

"¡Es hermoso!" - dijo Lila, revoloteando alegremente alrededor de la superficie. "Podemos nadar un rato."

"¿Nadar? ¡Yo me mojo todo! No puedo nadar como ustedes dos!" - respondió Ratón un poco asustado.

En ese momento, una nube oscura apareció de la nada, y empezó a llover intensamente.

"¡Rápido! Tenemos que encontrar un lugar seco!" - gritó Elio, mientras intentaban refugiarse bajo un árbol.

"Yo puedo volar y buscar un lugar mejor" - dijo Lila, y al instante se elevó en el aire.

Unos minutos después, regresó con una información importante.

"¡Amigos! Hay una cueva no muy lejos de aquí que está seca y es calentita. Vayamos allí para resguardarnos."

"¡Genial, Lila!" - dijo Ratón con una sonrisa.

Mientras caminaban hacia la cueva, Elio sintió que había algo incómodo al respecto y decidió expresar su temor.

"¿Pero y si la cueva es peligrosa?" - preguntó Elio.

"No, Elio, estoy segura de que no pasará nada. ¡Siempre decimos la verdad y eso nos mantiene a salvo!" - respondió Lila, con la seguridad que la caracterizaba.

Al llegar a la cueva, todo parecía estar bien. Sin embargo, un crujido rompió el silencio.

"¿Qué fue eso?" - preguntó Ratón, asustado.

"No importa, es solo el viento" - dijo Elio, tratando de calmar a su amigo.

De repente, un misterioso personaje apareció. Era un viejo búho llamado Don Sabio, que se notaba conocedor de muchas cosas.

"¡Hola, pequeños amigos! ¿Qué hacen aquí?" - preguntó el búho, sorprendido por la visita.

"Buscamos refugio de la lluvia. Somos amigos en busca de la verdad" - explicó Lila.

Don Sabio se sonrió y les dijo:

"La verdad es poderosa, pero también debe ser manejada con cuidado. A veces, lo que parece verdad no siempre lo es. Hay que ser valientes para encontrarla."

"¿Qué quieres decir?" - inquirió Elio.

"Que lo más sencillo puede parecer lo más complicado. No se trata solo de decir lo que pensamos, sino de entender lo que los demás sienten."

Con esa reflexión, los tres amigos se miraron entre sí. Ratón, que había estado callado, finalmente habló.

"A veces tengo miedo de revelar lo que siento... porque soy muy pequeño. No quiero ser menospreciado."

"¡Oh Ratón!" - respondió Lila suavemente. "Tu opinión es tan valiosa como la de cualquiera, sin importar tu tamaño. Tienes la grandeza de tus sentimientos."

"Sí, la verdad es importante, no solo debe ser dicha, sino también sentida." - agregó Elio.

El búho sonrió con orgullo.

"Ahora que han aprendido esto, ya están listos para afrontar la vida. Recuerden, la verdad brilla, pero requiere valentía."

Cuando la lluvia cesó, salieron de la cueva con renovada energía, dispuestos a compartir sus sentimientos y verdades sin miedo ni vergüenza. Aprendieron que ser honestos entre sí era la forma de fortalecer su amistad.

Y así, nuestros tres amigos, Elio, Ratón y Lila, continuaron su camino por el bosque, iluminando el mundo con la verdad que llevaban en sus corazones.

La moraleja de la historia es: "La verdad es un faro que ilumina cualquier sombra, y se vuelve más brillante cuando la compartimos con quienes amamos."

De esta manera, juntos aprendieron que ser valientes y honestos es lo que realmente hace brillar la amistad.

FIN.

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