La verdad de Lola



En un pequeño pueblo argentino, vivía Lola, una adolescente de 13 años que acababa de empezar la escuela secundaria. Desde el primer día, se juntó con un grupo de compañeros que no eran la mejor influencia.

Ellos faltaban a clases, se metían en problemas y no mostraban respeto por las normas. Un día, la mamá de Lola notó un cambio en su hija. Veía como Lola mentía y le ocultaba cosas constantemente.

A pesar de que su madre le daba muchas oportunidades para ser honesta, Lola seguía mintiendo una y otra vez. La mamá estaba preocupada por su hija y sabía que algo no estaba bien.

Un viernes por la tarde, cuando llegó el momento de revisar la mochila escolar de Lola, encontró una nota del director informando sobre las ausencias injustificadas de su hija.

La mamá sintió una mezcla de tristeza y enojo al ver que Lola le había estado mintiendo todo ese tiempo. "Lola, tenemos que hablar seriamente", dijo la mamá con voz firme. "¿Qué pasa, mamá?", respondió Lola tratando de aparentar inocencia. "He encontrado esta nota del director en tu mochila.

¿Por qué me has estado mintiendo acerca de tus faltas a clases?"Lola bajó la mirada avergonzada. Sabía que ya no podía seguir escondiendo la verdad. "Lo siento mucho, mamá. Me junté con unos chicos que me llevaron por mal camino.

Les mentí para poder pasar más tiempo con ellos. "La mamá abrazó a Lola con cariño pero firmeza. "Entiendo que quieras encajar con tus amigos, pero eso no significa que tengas que mentirme o hacer cosas incorrectas.

Siempre puedes contarme lo que te preocupa o te hace sentir incómoda. "Desde ese día, Lola decidió cambiar su actitud y aprender a decir la verdad en todo momento.

Dejó de juntarse con los compañeros problemáticos y buscó nuevas amistades más positivas en la escuela. Con el apoyo incondicional de su madre y su esfuerzo por ser honesta consigo misma y los demás, Lola logró superar esa etapa difícil y recuperar la confianza perdida.

Aprendió que decir la verdad era siempre el mejor camino para mantener relaciones saludables y construir un futuro sólido basado en valores genuinos.

Y así fue como Lola comprendió el valor de la sinceridad y cómo esta virtud podía guiarla hacia experiencias más auténticas y gratificantes en su vida adolescente.

FIN.

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