La verdad detrás de la bruja


Una vez, en un pueblo no muy lejano, vivía una mujer llamada Adela. Ella poseía el don de la magia, pero en lugar de usarlo para hacer el mal, lo utilizaba para ayudar a los demás.

Sin embargo, los aldeanos, temerosos de lo que no podían entender, comenzaron a llamarla 'bruja' y a evitarla. Adela vivía en soledad, deseando que la gente la aceptara por quien era.

Hansel y Gretel, dos hermanos curiosos y valientes, escucharon rumores sobre la misteriosa mujer y decidieron investigar por sí mismos. Un día, mientras jugaban en el bosque, se adentraron más de lo que debían y se perdieron. Adela, viendo la situación, decidió ayudarlos utilizando su magia.

Nos los llevó a su hogar, donde les contó su historia y les enseñó que el poder de la magia puede utilizarse para hacer el bien. Los niños, maravillados por lo que habían aprendido, prometieron ayudarla a que los aldeanos la entendieran mejor.

Juntos, idearon un plan para mostrar a la gente las maravillas que Adela podía lograr con su magia. Al final, los aldeanos, asombrados, comprendieron que habían juzgado mal a Adela y aprendieron a valorarla por su bondad y ayuda desinteresada.

Desde ese día, Adela vivió en paz, rodeada de amigos y vecinos que la apreciaban y respetaban. Y Hansel y Gretel aprendieron que el verdadero valor de una persona no se encuentra en su apariencia o en rumores, sino en sus actos y bondad.

La magia de Adela les dejó una lección inolvidable: nunca juzgues a alguien sin conocer su verdadera historia.

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