La verdad siempre sale a flote
En una laguna rodeada de verdes árboles, vivían una cigüeña llamada Estela y un sapo llamado René.
Estela era conocida por sus largas patas y su hermoso pico puntiagudo, mientras que René destacaba por su piel verde brillante y sus grandes ojos saltones. Un día, Estela le prometió a René que encontraría una manera de llevarlo a volar por los cielos, sabiendo que era imposible.
- René, pronto encontraré una forma mágica de convertirte en un ave y volar juntos por los cielos - le prometió Estela con una sonrisa. Ilusionado, René confió en las palabras de su amiga cigüeña, emocionado por la perspectiva de surcar los cielos.
Sin embargo, con el correr de los días, René comenzó a notar que Estela evitaba hablar del tema y parecía cada vez más incómoda. Preocupado, decidió confrontarla y descubrir la verdad.
- Estela, ¿dónde está esa forma mágica de la que hablabas? Me has estado mintiendo, ¿verdad? - cuestionó René, con tristeza en sus ojos. Ante eso, Estela sintió un nudo en la garganta y asintió con pesar. - Lo siento, René. Me equivoqué al prometerte algo que no podía cumplir.
No puedo convertirte en un ave, pero eso no significa que no podamos disfrutar la belleza de la laguna juntos. Te prometo buscar una manera de hacerlo especial para ti de otras formas, ¿me perdonas? - le respondió Estela con honestidad.
Aunque René se sintió inicialmente decepcionado, al escuchar las disculpas sinceras de su amiga, decidió perdonarla. A partir de ese momento, Estela y René construyeron una amistad aún más fuerte, explorando la laguna y descubriendo nuevas aventuras juntos.
René entendió que, a veces, las mentiras pueden lastimar, pero que la honestidad y el perdón son la base de una verdadera amistad. Y ambos aprendieron que la verdadera magia reside en la amistad y el cariño sincero.
FIN.