La verdad siempre triunfa

Mirko era un niño muy activo y curioso, siempre estaba buscando nuevas aventuras y explorando el mundo que lo rodeaba.

Le encantaba jugar al básquet y al fútbol con sus amigos en el parque, pero también disfrutaba de pasar horas jugando a los videojuegos en el teléfono de su mamá. Sin embargo, había algo que preocupaba a sus padres Ivana y Franco: Mirko mentía mucho.

A veces decía pequeñas mentiras para evitar problemas o conseguir lo que quería, pero otras veces mentía sin razón aparente. Esto hacía que sus padres se sintieran tristes y desconfiaran de él. Un día, mientras jugaban juntos en el parque, Ivana le preguntó a Mirko por qué mentía tanto.

Él se encogió de hombros y dijo:- No sé, simplemente me sale natural. Ivana sabía que no podía dejar las cosas así. Decidió hablar con Franco para buscar una solución juntos.

- Franco - dijo ella -, tenemos que hacer algo para ayudar a Mirko a dejar de mentir tanto. No podemos seguir permitiendo esta situación. Franco asintió con la cabeza, preocupado por su hijo. - Tienes razón - respondió -.

Pero ¿cómo podemos lograrlo? Ivana pensó durante unos segundos antes de responder:- Creo que debemos enseñarle la importancia de decir siempre la verdad y las consecuencias negativas que pueden tener las mentiras. Necesitamos encontrar una manera creativa e interesante para hacerlo.

Así fue como comenzaron a planear un plan educativo para ayudar a Mirko a entender la importancia de ser honesto. Decidieron involucrar a toda la familia en el proceso, para que Mirko pudiera ver que todos trabajaban juntos por él.

Primero, Ivana y Franco hablaron con Mirko sobre las consecuencias negativas de las mentiras. Le explicaron que cuando uno miente, puede perder la confianza de las personas y lastimarlas sin querer. Mirko escuchó atentamente, aunque parecía un poco aburrido.

Sin embargo, cuando sus padres le propusieron hacer un juego para demostrar lo importante que era decir siempre la verdad, su interés aumentó. El juego consistía en escribir una lista de situaciones cotidianas donde se podía elegir entre decir la verdad o mentir.

Luego debían discutirlas en familia y decidir qué opción era la mejor. Si alguien decía una mentira durante el juego, perdía puntos. Mirko estaba emocionado por jugar al nuevo juego con su familia.

Durante el primer turno del juego, Ivana leyó una situación: "¿Qué harías si encontrás dinero en la calle?". - Yo me lo quedaría - dijo Mirko rápidamente antes de pensar bien su respuesta. Sus padres lo miraron con tristeza y desaprobación.

Pero luego le explicaron pacientemente que lo correcto era devolver el dinero a su dueño o llevarlo a la policía para que lo hicieran ellos.

Desde ese día en adelante, Mirko comenzó a entender la importancia de ser honesto y cómo eso afectaba positivamente sus relaciones personales. Dejó de mentir tanto y se convirtió en un niño más feliz y confiado gracias al amor y apoyo incondicional de sus padres.