La verdadera aceptación de Juanito

En un pequeño pueblo, vivía un niño llamado Juanito. Desde pequeño, Juanito siempre sintió que no encajaba del todo en el papel de niño. Le gustaba jugar con muñecas, pintarse las uñas y usar vestidos.

Un día, le dijo a su mamá que se sentía más feliz imaginándose a sí mismo como una niña, y que le gustaría llamarse Juanita.

Al principio, su madre se sorprendió, pero luego le dio un abrazo amoroso y le dijo que lo importante era ser feliz. Desde ese momento, Juanito se sintió libre y feliz de poder expresar quien realmente era. Sin embargo, cuando fue a la escuela con su nuevo nombre y atuendo, los otros niños no entendieron y se burlaron de él.

Juanito se sintió triste y desanimado. Incluso cuando intentaba hacer amigos, siento que cada vez que lo rechazaban. Decidió que quería volver a ser Juanito para no ser rechazado. Pero luego conoció a Martina, una niña nueva en la escuela.

Martina no juzgó a Juanito por ser diferente, al contrario, le gustó su valentía de expresarse como quería. Juntos, jugaron, rieron y se hicieron grandes amigos.

Un día, Martina le dijo a Juanito que lamentablemente tendría que mudarse a otra ciudad. Juanito se sintió triste al principio, pero luego se dio cuenta de que el tiempo que pasó con Martina le había dado la fuerza para aceptarse a sí mismo.

Entendió que no importa si eres Juanito o Juanita, lo importante es ser fiel a uno mismo y rodearse de personas que te acepten y te quieran tal como eres.