La verdadera amistad de Cheli
En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza vivía una niña llamada Cheli. Era una niña alegre y curiosa, a la que le encantaba jugar en el parque y correr por los campos.
Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, conoció a un niño muy malo llamado Maxi. Maxi era grosero, egoísta y siempre buscaba meterse en problemas.
Cheli sabía que no era buena idea estar cerca de él, pero a veces se sentía sola y seguía jugando con él para no aburrirse. "¡Eh, Cheli! ¡Vamos a romper esas flores del jardín!" -dijo Maxi con una sonrisa maliciosa. Cheli dudó por un momento, pero finalmente decidió seguirlo.
Sin embargo, cuando estaban a punto de hacerlo, escucharon una voz suave que los detuvo. "¿Qué están haciendo?" -preguntó Lucas, un niño nuevo en el pueblo que había estado observando la escena desde lejos. Cheli se sintió avergonzada y bajó la cabeza.
Maxi intentó justificarse diciendo que solo estaban bromeando, pero Lucas no parecía convencido. Lucas se acercó a Cheli con una sonrisa amable y le dijo: "Creo que las flores se ven mucho mejor intactas.
¿Por qué no vamos a cuidarlas juntos?"Cheli lo miró sorprendida. Nunca antes alguien le había hablado así. A pesar de eso, se mantuvo distante al principio porque estaba acostumbrada al comportamiento de Maxi. Con el tiempo, Lucas demostró ser un amigo fiel y cariñoso.
Siempre estaba ahí para ayudarla y apoyarla en todo lo que necesitara. Pero Cheli aún tenía miedo de abrir su corazón después de haber sido lastimada antes.
Un día, cuando estaban caminando por el bosque detrás del pueblo, encontraron un nido caído con pajaritos indefensos dentro. Cheli quería ayudarlos pero no sabía cómo hacerlo. "Tranquila Cheli," -dijo Lucas tranquilamente"Podemos construirles un refugio temporal mientras buscamos ayuda.
"Juntos trabajaron arduamente para proteger a los pajaritos hasta que pudieron devolverlos al nido seguro bajo la supervisión de un guardaparques local. Cheli miró a Lucas con gratitud en sus ojos y finalmente entendió lo valioso que era tener a alguien como él en su vida.
Se dio cuenta de cuánto lo valoraba sin siquiera darse cuenta. Desde ese día en adelante, Cheli aprendió que las verdaderas amistades pueden surgir inesperadamente y traer consigo amor y bondad genuina.
Aprendió también la importancia de dar segundas oportunidades tanto a las personas como a sí misma. Y así fue como la historia de Cheli pasó de ser una niña solitaria rodeada por malas influencias a encontrar la felicidad junto al amigo más valioso que jamás hubiera imaginado tener: Lucas.
Y colorín colorado este cuento ha terminado... ¡por ahora!
FIN.