La verdadera amistad de Octi


Octi era un niño muy activo y le gustaba jugar al baloncesto. Un día, mientras caminaba por el parque, se encontró con su amigo Lucas. "¡Hola Octi! ¿Quieres jugar al baloncesto?" preguntó Lucas.

"¡Sí! ¡Me encantaría!" respondió emocionado Octi. Lucas sacó una pelota de su mochila y juntos fueron a la cancha. Al llegar, vieron que había muchos niños jugando y se sumaron a ellos.

Octi estaba en el equipo azul y Lucas en el rojo. El partido comenzó muy parejo, ambos equipos anotaban puntos constantemente. Pero de repente, uno de los chicos del equipo rojo lanzó la pelota hacia Lucas tan fuerte que ésta le golpeó en la cara.

"¡Ay! ¡Duele mucho!" gritó Lucas mientras se tocaba la nariz adolorida. Octi corrió rápidamente hacia él para ver si estaba bien. "¿Estás bien?" preguntó preocupado Octi. "Sí, creo que solo es un golpe fuerte. " respondió Lucas todavía adolorido.

Pero luego de unos minutos, Lucas empezó a sentirse mareado y tuvo que sentarse en el banco para descansar. "No puedo seguir jugando así. " dijo triste Lucas. Octi no quería dejarlo solo pero tampoco quería abandonar el partido.

Entonces tuvo una idea:"Espera aquí un momento", dijo Octi mientras corría hacia su casa cercana al parque.

Regresó unos minutos después con una venda en su mochila: "Tomá esto", dijo entregándole la venda a Lucas: "Vamos a vendarte la nariz y así podrás volver a jugar". Lucas se sorprendió por el gesto de amistad de Octi. Se vendó rápidamente la nariz y volvió al partido con más ánimo que antes.

El partido continuó muy reñido, pero gracias al esfuerzo de Lucas y a la habilidad de Octi, su equipo logró ganar por un solo punto. "¡Lo logramos!" gritaron todos emocionados mientras se abrazaban.

Octi estaba feliz no solo porque habían ganado, sino también porque había podido ayudar a su amigo en un momento difícil. Desde ese día, Octi aprendió que la amistad y la solidaridad son valores importantes en cualquier situación.

Y siempre recordaría esa tarde en que pudo demostrarle a Lucas lo importante que era para él como amigo.

Dirección del Cuentito copiada!