La verdadera belleza interior


Un día soleado en el colegio, Aixa, Shirley y Javier se encontraban juntos en el patio. Aixa era una niña muy inteligente y curiosa, siempre buscando aprender cosas nuevas.

Shirley, por otro lado, era muy creativa y amaba las artes. Javier era un chico amable y simpático, con una sonrisa que iluminaba a todos a su alrededor. Un rumor había comenzado a circular entre los estudiantes: el chico más lindo del colegio estaba interesado en alguien nuevo.

Pero lo sorprendente era que él no solo le gustaban las chicas, sino también los chicos. Esto creó una gran expectativa entre Aixa, Shirley y Javier.

Decidieron hacer una apuesta para ver quién de los tres podría conquistar al chico más lindo del colegio.

Sin embargo, algo importante debía quedar claro desde el principio: esta competencia no se trataba de lastimar o engañar a nadie; se trataba de demostrarle al chico que ellos eran personas maravillosas y dignas de ser amadas tal como eran. Comenzaron la competencia con entusiasmo. Aixa decidió mostrarle al chico su inteligencia y pasión por aprender cosas nuevas.

Se preparó para cada clase e investigó sobre los temas que sabía le interesaban al chico más lindo del colegio. —"Hola" , dijo Aixa acercándose tímidamente al chico durante el recreo. "Me encanta la ciencia tanto como tú ¿Sabías que...

?"El chico sonrió ante la emoción de Aixa mientras ella le contaba todo lo que había aprendido sobre planetas y estrellas. Él quedó fascinado por sus conocimientos y comenzaron a pasar tiempo juntos, compartiendo sus descubrimientos científicos. Mientras tanto, Shirley decidió utilizar su creatividad para conquistar al chico.

Le preparó una sorpresa en la clase de arte: pintó un hermoso cuadro que representaba el amor y la diversidad. Cuando el chico vio su obra de arte, quedó asombrado por la belleza y profundidad del mensaje.

"¡Es increíble!", exclamó el chico emocionado. "Nunca había visto algo tan hermoso y significativo. ¿Te gustaría enseñarme más sobre arte?"Shirley sonrió y aceptó encantada. Juntos exploraron diferentes formas de expresión artística, creando obras únicas que reflejaban su conexión especial.

Mientras Aixa y Shirley se esforzaban por ganar la competencia, Javier se dio cuenta de algo importante: no era necesario competir para ser amado.

Decidió dejar de lado la apuesta y simplemente ser él mismo frente al chico más lindo del colegio. Un día, mientras estaban todos juntos en el patio del colegio, Javier decidió hablar con franqueza:"Chicos, he estado pensando mucho en esta competencia", dijo Javier con sinceridad.

"Pero me di cuenta de que lo más importante es ser auténticos y respetarnos mutuamente. "Aixa y Shirley asintieron, dándole la razón a Javier. "Tienes toda la razón", dijo Aixa. "No necesitamos competir entre nosotros para demostrar nuestro valor.

"El chico más lindo del colegio escuchaba atentamente las palabras de los tres amigos. Se sentía honrado de que hubieran hecho tanto por conquistarlo, pero también se dio cuenta de lo especial que era cada uno de ellos. "Chicos, ustedes son increíbles", dijo el chico con una sonrisa.

"Admiro su amistad y valentía. No necesito elegir a uno de ustedes, porque los tres tienen un lugar muy especial en mi corazón. "Aixa, Shirley y Javier se miraron entre sí, sorprendidos y felices.

Habían aprendido una valiosa lección: el amor no se trata de competir o ganar; se trata de aceptarnos a nosotros mismos y a los demás tal como somos. Desde ese día, Aixa, Shirley y Javier siguieron siendo amigos inseparables.

Compartieron risas, aventuras y sueños juntos, recordando siempre la importancia del respeto y la autenticidad en todas sus relaciones. Y así fue como esta historia inspiradora nos enseñó que el verdadero amor no tiene fronteras ni etiquetas.

Todos merecemos ser amados y aceptados por quienes somos realmente.

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